La docena de simpatizantes de la asociación ecologista desplegó una pancarta amarilla gigante desde la primera planta del palacio que rezaba: “EPN (Enrique Peña Nieto): tu reforma energética destruye México”.
La pancarta fue visible durante unos cinco minutos en el patio del palacio para los turistas nacionales y extranjeros que se encontraban visitando el recinto, emplazado en la céntrica plaza del Zócalo de Ciudad de México junto a la Catedral.
La seguridad del edificio intervino para solicitar a los activistas que se retiraran al exterior, donde continuaron con la protesta.
Peña Nieto había anunciado que esta semana tomaría unas vacaciones y no tendría actividades públicas.
Greenpeace se opone al contenido de la reforma energética impulsada el año pasado por Peña Nieto y cuyo reglamento se está discutiendo esta semana en la Cámara de Diputados.
La ONG exige a los legisladores que prohíban la fracturación hidráulica (‘fracking’), una técnica para la búsqueda de gas de esquisto considerada nociva por las organizaciones ecologistas, y denuncia que la reforma avala la energía nuclear como una fuente “limpia” para la generación de electricidad.
“En realidad es la más sucia de todas y representa graves riesgos ambientales. Los desechos radiactivos son un grave problema ambiental, pues no hay manera de eliminarlos de forma segura”, recalcó Greenpeace en un comunicado la semana pasada.
De su lado, el gobierno defiende la reforma energética como una legislación inaplazable para atraer inversiones y nuevas tecnologías que incrementen la decaída producción petrolera de México.