Terrible confusión de seguridad en la inauguración del Mundial

Un hombre armado ubicado cerca de la tribuna donde estaban los dignatarios el día de la inauguración del Mundial, alarmó a la seguridad e incluso un francotirador estuvo a punto de dispararle, aunque todo fue una falsa alarma, informaron el viernes las autoridades.

El hombre que se salvó de ser abatido, lo que hubiera desatado el pánico y el caos aquel 12 de junio en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo, era otro policía que había sido puesto allí para reforzar la seguridad.

“Un francotirador de la Policía Civil detectó en un área prohibida la presencia de alguien portando arma y un chaleco antibalas de la Policía Militar. Como ese área daba acceso a las autoridades, no sólo a la presidenta Dilma Rousseff sino a todos los jefes de Estado, el francotirador pidió autorización para dispararle”, explicó el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, en conferencia de prensa.

“Esa autorización se negó para primero averiguar de quién se trataba, y se identificó que quien estaba en ese área era un policía militar que luego fue retirado”, añadió el ministro.

Por su parte la secretaría de Seguridad del Estado de Sao Paulo explicó en nota de prensa que se trató de “un error de comunicación que fue rápidamente superado, sin mayores consecuencias”. Agregó que en ningún momento se puso en riesgo la seguridad de mandatarios o hinchas.

Aclaró que el francotirador no llegó a iniciar ni la primera etapa del protocolo de intervención, que consiste en cargar el arma, que por seguridad siempre está descargada. La segunda etapa es colocarlo en la mira y la tercera, disparar.

La Policía Civil en Brasil está encargada generalmente de la investigación de crímenes y la Policía Militar de la seguridad pública. Aunque para la Copa del Mundo todos los efectivos realizan distintas labores de seguridad. El francotirador de la Policía Civil forma parte del Grupo Especial de Rescate.

Según detalló el diario Folha de Sao Paulo, el policía militar que causó la confusión era miembro del Grupo de Acciones Tácticas y había sido colocado allí como refuerzo de la seguridad en el sector. Debido a que el tirador de élite no tenía información de la presencia de policías en esa zona, creyó que se trataba de un sospechoso disfrazado.

De acuerdo con Folha, la Policía Militar detalló que su agente estaba en ese lugar con permiso de sus superiores, inspeccionando el sector debido a una alerta de bomba que nunca se confirmó.

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