El Papa Francisco aseguró que “sufre” cuando ve que el papel de la mujer se reduce al de “servidumbre” declaró hoy durante un coloquio organizado en el Vaticano.
“Sufro, y les digo la verdad, cuando veo en la Iglesia o en alguna institución eclesiales que el papel de la mujer queda relegado a un papel de servidumbre y no de servicio”, dijo hoy durante su discurso ante los participantes en la convención celebrada con ocasión de los 25 años de la carta apostólica “Mulieris Dignitatem” de Juan Pablo II sobre la mujer.
Agregó que es necesario una reflexión de toda la Iglesia “para dar mayor valor a la presencia de las mujeres”. Asimismo, aseguró que le gustaba pensar que la Iglesia no era masculina sino femenina: “la Iglesia es una mujer, una madre, eso es lo bonito, deberían meditarlo”, lanzó a los cerca de 150 participantes.
“Si muchas cosas pueden cambiar y han cambiado en la evolución cultural y social”, queda “el hecho de que es la mujer la que concibe, la que lleva en su ser y da a luz a los hijos de los hombres”.
Ante ello, el papa advirtió de los “dos peligros siempre presentes” y uno de ellos es “reducir la maternidad a un papel social, a un deber, aunque noble, pero que no ayuda a construir plenamente la comunidad” y el otro es “promover una especie de emancipación que abandona lo femenino y los valiosos rasgos que lo caracterizan”.