Por: Erika Padrón
El primer alcalde abiertamente gay de México juró su cargo este mes en Fresnillo, una ciudad del estado de Zacatecas sumida en la lucha de cárteles de droga. Benjamín Medrano (48) es cantante y empresario, y ahora dirige el municipio de Fresnillo, una ciudad de 111 mil habitantes en una región rural que destaca por sus sombreros de vaquero, el machismo y el catolicismo conservador.
Publimetro habló con Medrano sobre su victoria electoral y sus puntos de vista sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Usted es conocido como el primer alcalde abiertamente gay de México… No soy el único. Más bien soy el primero que tuvo el valor de hacer pública su orientación sexual. La gente que me conoce sabe que nunca lo oculté. En cambio, hay muchos políticos que no se atreven a salir del clóset.
¿Fue difícil convencer a la gente de que las preferencias sexuales no tienen que ver con la política? La ciudad de Fresnillo tiene problemas tan importantes que no se preocuparon de mi orientación sexual. Los vecinos solo quieren que alguien resuelva la crisis alimentaria y la inseguridad.
¿Cuál fue el secreto de su éxito electoral? Mi acercamiento a la gente, mi manera de ser y mi trabajo para dar resultados.
En otros países, la legislación con relación al matrimonio gay se está acelerando. Usted es un católico romano que vive en una zona de México muy conservadora, ¿cuál es su postura sobre el tema? Yo no apoyo el matrimonio gay. Soy abogado de profesión y este tipo de unión legal no se adecúa a las disposiciones de la Constitución. Tiene un significado diferente a todas las leyes que hablan de lo que el matrimonio debe ser. Sin embargo, yo respeto a los homosexuales que se casan en la Ciudad de México (donde es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo) porque todas las personas tienen derecho a manifestar su amor de la manera que quieran.
¿Se podría decir entonces que usted es conservador en el tema? En primer lugar, soy una persona responsable y a la vez muy conservadora. Creo que la comunidad gay ha caído en algunos excesos en los últimos años. Sin embargo, aquí en Fresnillo, las personas con esta orientación son muy productivas, tienen sus propios negocios y salen adelante por sí mismas.
Usted es conocido localmente por su carrera como cantante. ¿Qué lo hizo salir de la industria de la música y entrar a la política? Yo nunca dejé la música. Es más, se puede decir que la música me llevó a la escena política. Aún soy dueño de dos bares donde trabajo como músico y soy promotor de la feria musical local.