El principal monumento del ejército soviético en Sofia fue recubierto de color rosa en la madrugada del miércoles, un acto insolente con que autores anónimos celebran la invasión de Checoslovaquia por el Pacto de Varsovia hace 45 años.
Los relieves de la masiva escultura de bronce, que representa a nueve soldados soviéticos, fueron cubiertos de las inscripciones “Praga 68” y “Bulgaria se excusa”.
Este monumento ya había sido transformado en 2011 por artistas desconocidos que pintaron trajes de héroes sobre las esculturas, entre ellos Supermán, pero también Papá Noel e incluso el payaso mascota de la cadena americana de comida rápida Mac Donald’s.
Bulgaria, como miembro del Pacto de Varsovia, participó con sus tropas en la invasión de la ex Checoslovaquia en la noche del 20 al 21 de agosto de 1968, poniendo fin brutalmente a la revuelta de los reformadores de la Primavera de Praga.
Bulgaria fue el último país del Pacto de Varsovia en excusarse oficialmente, en 1990, por su papel en la invasión.
El monumento, erigido en el centro de la ciudad en honor del ejército soviético que propició la instalación del régimen comunista en Bulgaria tras la segunda guerra mundial, ha provocado un controvertido debate en el país sobre si se destruye o no.