Hasta cincuenta muertos y 200 han resultado heridas al descarrilar un tren de pasajeros cerca de Santiago de Compostela (Galicia, noroeste), afirmó el presidente de la región, Alberto Núñez Feijóo.
Hay entre “45 y 47, 50 personas (muertas), nos estamos moviendo en ese entorno”, afirmó el presidente de la Xunta (gobierno regional) de Galicia, Alberto Núñez Feijóo a la televisión pública española.
El mandatario añadió que otras decenas de personas han resultado heridas en el siniestro, que se ha producido a las 20h42 locales (18h42 GMT).
El tren, que cubría la ruta entre Madrid y la localidad gallega de Ferrol con 218 pasajeros “ha descarrilado cerca de la estación de Santiago de Compostela sin que se sepa todavía la causa”, afirmó una fuente de la compañía ferroviaria Renfe.
“Hay una investigación en marcha y tenemos que esperar”, afirmó un portavoz de Renfe, que confirmó la cifra de 218 pasajeros, sumando además cuatro empleados de Renfe.
“La velocidad la sabremos dentro de muy poco cuando se consulten las cajas negras del tren”, comentó a AFP.
Un testigo que viajaba en el tren afirmó a la radio privada Cadena Ser que “parece ser que en una curva el tren empezó a dar vueltas, vueltas de campana, dimos muchas vueltas de campana y quedaron subidos unos vagones encima de otros”.
El accidente tuvo lugar en una curva cerrada cerca de la estación de Santiago de Compostela y las imágenes del siniestro muestran varios vagones volcados sobre un lateral, apoyados contra un talud, mientras una de las locomotoras del convoy tenía su techo incendiado.
Enseguida convergieron en el lugar efectivos policiales, de los bomberos y decenas de ambulancias que trasladaron los heridos a hospitales de la zona, que han hecho un llamamiento para que la gente acuda a donar sangre para atender a los lesionados.
Aunque todavía no se conocen las causas del suceso, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, descartó la hipótesis del atentado afirmando que es “accidente, no tenemos ningún elemento que nos permita hablar de ninguna otra cosa”.
El accidente, que según algunos medios podría deberse a un exceso de velocidad, se produjo a casi 4 km de la estación de Santiago de Compostela.
Un hombre de 39 años, Francisco Otero, contó a la AFP que llegó al lugar del accidente “al cabo de un minuto”. “Estaba viendo la televisión en casa de mis padres y se escuchó como un gran estruendo. Como si hubiera habido un terremoto”.
“Aquello parecía irreal”, resume en su testimonio: “Los vecinos intentaron sacar a la gente atrapada, con picos, mazas y al final los sacaron con una sierra manual”.
El siniestro se ha producido la víspera del día del Apóstol Santiago, el día grande de la región de Galicia.
La ciudad, capital de la región y centro de los festejos, ha anulado los eventos que tenía previsto celebrar en la noche de este miércoles en honor a su patrón, aunque mantendrá la tradicional misa del día de Santiago “desde un estricto protocolo de luto”.
Desde Madrid, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se ha mantenido informado y ha expresado su “afecto y solidaridad con las víctimas del terrible accidente de tren en Santiago. MR” en un mensaje en la red social Twitter.
Rajoy tiene previsto viajar a primera hora de la mañana a Santiago de Compostela.
Se trata de uno de los peores accidente ferroviarios ocurridos en España tras el sucedido en los años 40 cuando un convoy que también viajaba de Madrid a Galicia chocó con una locomotora, causando centenares de muertos, y el ocurrido en 1972 al descarrilar un tren que cubría la ruta Cádiz-Sevilla (Andalucía, sur) causando 77 muertos.