Guardaespaldas de Nelson Mandela denuncia control de visitas a ex presidente sudafricano

“Incluso antes de que lo hospitalizaran, poco gente estaba autorizada a verlo. Se negaba la entrada a algunos de sus viejos amigos”, estimó Shaun van Heerden, quien fue guardaespaldas de Mandela durante 10 años.

Un guardaespaldas de Nelson Mandela criticó el control de las visitas al hospitalizado exlíder de la lucha contra el régimen racista del apartheid, por considerar que se las limita como si el expresidente sudafricano estuviera “de nuevo en la cárcel”.

Para Shaun van Heerden, Mandela es “un caballero seriamente preocupado por la gente que lo rodea”.

“Mandela es un hombre muy solo”, estimó.

El pasado viernes 7 de junio Mandela fue trasladado al hospital en estado grave . Se trata de la cuarta hospitalización en siete meses de Mandela.

“Incluso antes de que lo hospitalizaran, poco gente estaba autorizada a verlo. Se negaba la entrada a algunos de sus viejos amigos”, estimó Shaun van Heerden, quien fue guardaespaldas de Mandela durante 10 años.

“Cuando estaba en su casa, se tendrían que haber permitido las visitas de viejos amigos, pero no se las autorizaba”, fustigó.

“Por supuesto que pueden tomar medidas si temen que gente exterior traiga infecciones”, estimó.

Van Heerden afirmó que se lo había despedido, tras acusárselo de haber revelado a los medios masivos de comunicación el lugar en el que Mandela recibía atención médica.

“En algunos casos, parecía que estaba de nuevo en la cárcel”, afirmó Van Heerden. El portavoz del actual presidente sudafricano Jacob Zuma Mac Maharaj desmintió informaciones de prensa que indicaban que la familia de Mandela había ordenado que se limitara la afluencia de visitantes, incluyendo a dirigentes del Congreso Nacional Africano (ANC).

Maharaj afirmó que las autoridades procuran “crear un entorno propicio para su recuperación”.

El expresidente sudafricano Nelson Mandela, de 94 años, está “mucho mejor” y su salud “mejora continuamente”, declaró el jueves Zuma.

Mandela ya estuvo hospitalizado en enero de 2011 y en diciembre de 2012 por infecciones pulmonares, probablemente relacionadas con las secuelas de una tuberculosis contraída en la isla-prisión de Robben Island, frente a las costas de Ciudad del Cabo, donde pasó 18 de sus 27 años de detención por luchar contra el régimen segregacionista del apartheid.

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