El avión Solar Impulse, primera y única aeronave propulsada por energía solar, aterrizó en la madrugada del sábado en el aeropuerto internacional de Phoenix, Arizona, tras 18 horas de vuelo desde San Francisco y completó así la primera etapa de su viaje a través de Estados Unidos, según las imágenes transmitidas en Internet por los organizadores de la iniciativa.
El aparato experimental suizo, pilotado por Bertrand Piccard, aterrizó sin problemas a las 07H30 GMT, y completó así la primera etapa de su proyectado viaje a través de Estados Unidos. Había despegado dieciocho horas antes, el viernes, desde la base aérea de Moffet, en California.
“Estoy muy feliz de estar aquí, estoy muy feliz de haber aterrizado en Phoenix”, dijo el piloto suizo a la prensa instantes después de descender del avión.
El avión de 1.600 kilos, construido en fibra de carbono con alas de 63,4 metros, voló a una velocidad media de 49 km/h.
Unas cámaras situadas en la cabina mostraron en directo la travesía. En internet, el sitio live.solarimpulse.com, permitió seguir en tiempo real los parámetros del vuelo, incluyendo la velocidad del aparato, su dirección, el nivel de la batería y la potencia de los motores.
La travesía hasta Nueva York se realizará en cinco etapas por razones de seguridad, explicaron los dos creadores del proyecto, el piloto Bertrand Piccard y el también piloto André Borschberg. El aparato podría hacer el vuelo desde San Francisco sin escalas, aseguran los suizos, pero sólo puede haber un piloto a bordo con un máximo de 24 horas de vuelo.
12.000 células fotovoltaicas
Después de Phoenix, el Solar Impulse llegará a Dallas-Fort Worth (Texas), seguido de Atlanta (Georgia), Nashville (Tenessee) y Saint Louis (Misuri). Su última etapa antes de llegar a Nueva York a medianos de junio será el aeropuerto de Dulles, cerca de Washington.
El avión solar podrá ser admirado entre una semana y diez días en cada escala. El objetivo es promover su novedosa tecnología.
Con cuatro motores eléctricos de diez caballos instalados bajo un ala gigantesca, el aparato es alimentado por 12.000 células fotovoltaicas capaces de producir electricidad suficiente para cargar una batería de litio de 400 kilos.
De esta forma, Piccard puede llevar el avión a una altitud de poco más de 8.000 metros utilizando los motores y posteriormente planear suavemente en la pendiente prácticamente sin utilizar energía hasta que la luz solar recargue las baterías.
“Antes, la exploración significaba conquistar el mundo, los territorios, hoy en día la verdadera aventura es hacer que el mundo sea más sostenible y encontrar soluciones con las tecnologías existentes”, indicó la portavoz de Solar Impulse, Alenka Zibetto.
El proyecto tiene ya diez años, pero el primer vuelo tuvo lugar recién en 2009. En 2010 el aparato realizó un viaje sin escalas de 26 horas y un año después el Solar Impulse viajó entre Bélgica y Francia. En 2012 tuvo lugar la primera travesía transcontinental de 2.500 km entre Madrid y Rabat.
André Borschberg y Bertrand Piccard tienen planeada una vuelta al mundo con una versión mejorada del avión solar en 2015.
Piccard, psiquiatra de formación, es el nieto del físico Auguste Piccard, inventor del globo estratosférico; su padre es el oceanógrafo Jacques Piccard, uno de los inventores del submarino Trieste que batió récords de navegación en profundidad.