Quién no ha tenido alguna vez ganas de faltar al trabajo ya sea por flojera o porque de plano no tienes ganas de ver a tus compañeros, quizá por que vas a llegar tarde y prefieres que te descuenten el día, a que no te lo paguen y todavía lo trabajes.
Aquí algunas de las peores excusas para no ir a trabajar.
1. Se me poncharon las cuatro llantas del carro. Si no tiene auto y tu jefe lo sabe, no cabe duda de que eres muy torpe y seguro ese día ya perdiste el trabajo. Tendrás que buscar una nueva excusa para el siguiente empleo.
2. No sonó el despertador. Llamar a tu jefe y decirle que no sonó el despertador podría ser buena, pero lo más seguro es que tu ‘patrón’ te diga ‘¿Y por qué no has llegado aún?’ Para lo cual seguramente pensarás que la siguiente respuesta es la buena.
3. No pasaba el Metrobús y mejor me regresé a casa. Si ya la regaste con el pretexto anterior, por favor ya no sigas con más mentiras que lo único que haces es cavar tu propia tumba laboral. Mejor no mientas.
4. Mi mamá se enfermó y la llevé al hospital. Seguramente la has utilizado, pero me pregunto ¿qué culpa tiene tu madre de que seas un flojo? Sólo aplica en la escuela ¡Por Dios!
5. No había agua caliente para bañarme. ¡No puede ser! seguramente es lo que te va a responder tu jefe y te dirá que te vayas a trabajar aunque huelas a puro convento.
6. Se escapó mi perro y estoy muy triste. De verdad si pasó por tú cabeza que esta es una buena excusa para no ir a trabajar, lo más probable es que te descuenten el día y te pongan el doble de trabajo.
7. Tengo mucha flojera y me niego a ir. Por más confianza que tengas con tu jefe, esta excusa es de un sinvergüenza y lo más seguro es que te despidan sin finiquito.
8. Tengo una rara enfermedad. Seguro te dirán que ni te acerques a la oficina, el problema después será cómo lograrás conseguir un justificante del seguro social en la que explique las causas de tu enfermedad. Debiste pensarlo mejor.