Las demostraciones de amor sincero no son un ‘pecado’. Pero para una mujer que presenció la noble muestra de afecto de una pareja en una plaza frente a una iglesia, sí lo fue. Esta comenzó a gritar “Hay niños, hay niños”, cuando la pareja conformada por Manuel Berumen (38) y Mayra, se dieron un ósculo en la vía pública.
A causa de los alaridos de la indignada mujer, cinco policías acudieron al llamado y solo detuvieron a Berumen, quien incluso fue esposado y pasó 12 horas en prisión. La pareja, que estaba acompañada por su hijo de cuatro años, fue acusada de faltas a la moral por un juez administrativo.
Ante esto, y en repudio a lo ocurrido con Berumen, varias parejas se besaron en la misma plaza en la que detuvieron al joven. La singular protesta se realizó al salir de la misa del domingo en el estado de Guanajuato, cuya capital es León, México.