La muerte del Solitario George, la última tortuga gigante de su especie que habitaba en las islas Galápagos, se produjo por causas naturales según la necropsia a la que fue sometido el animal, anunció este martes un biólogo de la reserva ecológica en el Pacífico ecuatoriano.
“Todos los órganos estaban normales. El hígado tenía una coloración diferente a la normal, pero entendemos que es producto del deterioro por la edad. No encontramos evidencia de alguna enfermedad o de alguna sustancia tóxica”, dijo a la AFP el biólogo Washington Tapia, del Parque Nacional Galápagos (PNG), quien participó en la autopsia.
Tapia agregó que el equipo científico y técnico que realizó el procedimiento el lunes tomó muestras de todos los tejidos y de algunos fluidos corporales, que serán sometidos a análisis de laboratorio para determinar el episodio que desencadenó el deceso del quelonio.
“Pero por el aspecto de los órganos no esperamos encontrar más de lo que ya vimos”, señaló el experto, quien reiteró que no se excluye la posibilidad de un paro cardiaco.
“Probablemente los análisis de laboratorio nos lo digan. Es diferente cuando hay una muerte traumática, pues cuando es natural, muchas veces ni siquiera el laboratorio nos dice más de lo que podemos ver”, indicó.