En el pueblo holandés de Giethoorn no hay carreteras, por lo que el medio de transporte más común no son los automóviles, sino las barcas. Este lugar es ideal para los que quieren huir del tráfico de las ciudades.
La explicación de por qué no hay carreteras, es porque se encuentran a algunos metros bajo el nivel del mar y el suelo es muy blando. Quizá no sea tan famoso como Venecia, pero es un destino perfecto para aquellos que quieren huir del malestar vehicular.