Un sótano acondicionado para la supervivencia sirvíó como hogar de Shammari durante más de 20 años en la provincia de Wasit. Durante esta larga temporada bajo el régimen de Hussein, él no dejó de leer el Corán, el libro sagrado del Islam.
Un radio que lo conectaba con la sesgada información transmitida en los medios de comunicaciónera su único contacto con el exterior. El miedo a ser encontrado nunca lo abandonó.
Aunque no hay informes de cómo obtenía los alimentos este sobreviviente, el ingenio y la economía de las provisiones imperó en esta épica historia de vida.