Los estudiantes de una escuela secundaria en Cincinnati, Ohio (norte de Estados Unidos), reciben desde el lunes un pago por asistir a clase, en hora y con disciplina, en el marco de una iniciativa lanzada para bajar el alto índice de ausentismo.
“Tenemos estudiantes que tienen bajo rendimiento académico y pocas probabilidades de graduarse”, dijo a la AFP Ken Furrier, director del centro educativo Dohn Community High School, una escuela pública dotada de gran autonomía en su gestión.
“Queremos encarrilarlos para que puedan graduarse”, añadió, y dijo que en el centro educativo, ubicado en un barrio de población de bajos recursos, nueve de cada diez estudiantes son pobres, sólo uno de cada cinco vive con ambos padres, varios trabajan a tiempo parcial, y varias alumnas ya son madres.
En este contexto, la escuela instauró un programa experimental de incentivos para que los estudiantes no pierdan clases, dotado con un presupuesto de 40.000 dólares de fondos privados.
Cada semana, siempre y cuando el estudiante asista todos los días, llegue en hora y no interrumpa la clase, recibe 10 dólares (si tiene entre 14 y 16 años) y 25 (si tiene más de 16). Cinco dólares más le son depositados por la escuela en una cuenta de ahorros.
El establecimiento cuenta con 170 alumnos y la tasa de asistencia es del 77%, cuando el estado de Ohio recomienda el 94%, dijo el funcionario. Sólo un 14% de los estudiantes se graduaron el año pasado.
El lunes, un 5% más de estudiantes asistieron a clase. “Si se llega al 8% la próxima semana y luego al 10%, eso significa que estamos yendo en la dirección correcta”, dijo Furrier.