Por Cecilia Arias Cárdenas
Hace 16 años, Angélica Obregón abrió un pequeño negocio de venta de frutas y verduras en La Molina, pero al ver que el distrito crecía y aparecía la competencia de los supermercados, tuvo que buscar una mejor alternativa.
Alguien que llegó a su tienda le dio la idea de hacer cremoladas, pero no sabía cómo prepararlas. El primer intento no le salió bien, el segundo tampoco. Esta emprendedora, cuyo padre fue capataz de una hacienda en Monterrico, recuerda que al inicio su producto no tenía la consistencia ni el sabor actual. ‘Me salía algo escarchoso, no como la crema que ahora vemos y que ya se parece casi a un helado’, comenta Angélica a Publimetro.
Su afán por perfeccionarse en la preparación la incentivó a llevar un curso en la Universidad Agraria de La Molina, donde aprendió a hacer néctar de durazno, la base que le permitió elaborar cremoladas con todo tipo de frutas. Hoy es capaz de preparar 43 tipos diferentes.
El 2009 tuvo su primera participación en la feria gastronómica Mistura, a la que llevó una variedad de 28 sabores. Desde ahí, cada año ha ido innovando, siempre atenta a los sabores que el público quiere y le pide: ‘No depende de mí, sino de la gente’, dice Angélica.
¿Una cremolada de frambuesa??Ella la tiene. También ofrece de camu camu, aguaymanto, tuna, mamey, lúcuma, fresa, maracuyá, sauco y otros.
Angélica ya tiene dos locales en el distrito de La Molina, uno en pasaje Los Copales 130 (Urb. Los Sirius) y otro en la Av. Flora Tristán 295 (Santa Patricia). Pero también tiene módulos en el Parque de los Abuelos de Alameda del Corregidor y en la sede de playa del Club Rinconada. El viernes último inauguró dos más, uno en el Parque de la Amistad (Surco) y otro en el Boulevard de Asia, con el apoyo del Banco Continental. Ahora quiere abrir un tercer local en La Molina y expandirse por toda la capital.