Un sismo de 8,7 grados en la escala de Richter se traería abajo más de la mitad de casas de Villa El Salvador. En La Molina, el mismo terremoto provocaría daños severos al 15% de viviendas y el colapso del 7% de estas.
En caso de un tsunami, se estima que las olas destructoras afectarían al 44% de manzanas del Callao y al 20% de Chorrillos.
A estas y otras conclusiones arribó un reciente estudio en gestión de riesgos de desastres elaborado por el Observatorio Ciudadano Lima Como Vamos.
‘En el Perú nos enfocamos en simulacros y no en cómo prevenir los desastres tomando en cuenta las estructuras’, comenta a Publimetro Fernando Neyra, ingeniero consultor en temas de gestión de riesgos de desastres.
Para Neyra, estas cifras deberían invocar a la reflexión sobre el otorgamiento de las licencias para construir y cómo llevar el planeamiento urbano desde la gestión pública y del propio usuario.
El mismo informe indica que en Lima 16% viven en casas alquiladas. Este es un problema, pues cuando los habitantes de una casa no son propietarios no suelen invertir en mejorar sus condiciones, lo que aumenta la vulnerabilidad de las viviendas.