Si bien nacen libres en sus hábitats naturales, animales salvajes como los leones son cazados por el hombre y convertidos en mascotas o vendidos a circos como atracciones sin pensar en su estado de salud, bienestar o felicidad. Esta es la historia de tres de ellos que, como se aprecia en un video de YouTube, lograron dejar atrás el encierro y volvieron a su hogar en las llanuras de África.
Actualmente, gobiernos en distintas partes del mundo han prohibido el uso de animales salvajes en actos circenses pero en algunos países esto es letra muerta, ya que los circos logran salirse con la suya y evadir las leyes de protección animal como ocurre en Ucrania, donde siguen siendo publicitados como el acto principal de varias carpas pero una de ellas saltó a la infamia por tener en cautiverio a tres leonas en terribles condiciones.
Luca, Charlie y Kai son hermanas que pasaban sus días encadenadas y forzadas a realizar actos circenses nocturnos diariamente. Su hogar se reducía a una jaula con paredes de concreto de 34 metros cuadrados y apenas salían para ver la luz del sol o sentir el aire fresco. Incluso, uno de sus cachorros de nombre Nathan fue separado de ellas y enclaustrado en un ambiente deprimente.
Sin embargo, la salvación no tardó en llegar y la organización Lawrence Anthony Earth realizó denodados esfuerzos para liberar a las leonas, invirtiendo mucho tiempo para lograr su meta topándose con una escena desgarradora: los animales caminaban sin rumbo por la pequeña celda que los contenía y lucían muy estresados, tal y como se aprecia en el video de YouTube compartido por el canal de Turkish Airlines.
Pero el equipo tenía un plan para ayudar a las leonas con su depresión. Si bien estos enormes animales eran reubicados dentro del territorio ucraniano, se aliaron con la mencionada compañía aérea que difundió el video del rescate en su canal de YouTube para llevarlos de vuelta a su hogar en un santuario de Sudáfrica donde podrán caminar libres de paredes y cazadores que amenacen su existencia.
Después de un largo vuelo de más de 8851 kilómetros, las leonas fueron trasladadas exitosamente a la reserva Kragga Kamma Game Park, donde vivirán el resto de sus vidas de forma segura. Casi de inmediato, los enormes animales lucieron más felices, olfateando nuevos aromas y explorando su nuevo hogar, uno del que nunca debieron ser sacadas desde un principio.