Por Vanna PedraglioCoach deportiva y nutricional
Hoy en día, existe una gran paradoja: queremos resultados rápidos en nuestro cuerpo, pero a la vez comer lo que queramos. Felizmente, la ciencia también avanza. Actualmente se sabe que entrenar en circuito combinando diferentes tipos de ejercicios es la metodología más eficiente para lograr resultados rápidos. Este entrenamiento va más allá de un alto consumo calórico. De hecho, muchos expertos en fitness coinciden en que realmente aumenta la eficiencia de los sistemas de energía que utiliza el organismo.
Para dejarlo más claro, explicaré cómo nuestros cuerpos -o mejor dicho, nuestras células- utilizan energía (donde la unidad es la caloría). La energía se produce a través del ATP (trifosfato de adenosina), la principal fuente de energía que tenemos los seres vivos. Alimenta casi todas las actividades celulares, entre ellas, el movimiento muscular, la síntesis o formación de proteínas, la división celular y la transmisión de las señales nerviosas. Este ATP es producido a través de tres sistemas de energía.
El primero es el sistema fosfágeno, responsable de suministrar al cuerpo de ATP durante el ejercicio de muy corta duración y muy alta intensidad, como piques cortos o el levantamiento olímpico. Se bloquea rápidamente y es necesario un tiempo largo de descanso (3 a 5 minutos) para poder volver a la acción. Luego de pocos segundos de actividad se enciende el sistema glucolítico (usa glucosa o azúcar) para suministrar ATP. Ambos son utilizados por el cuerpo sin presencia de oxígeno; por eso sentimos que en el entrenamiento intenso nos falta el aire y que nuestro corazón bombea a su máxima expresión. Por último, tenemos el sistema oxidativo (usa glucosa y grasa), que produce ATP -nuestra gasolina- en presencia de oxígeno. Este sistema nos permite producir energía en actividad física de larga duración. Ojo, los tres sistemas pueden actuar en simultáneo produciendo energía en función de la actividad que realicemos.
Dicho esto, puede entenderse mejor porque el entrenamiento en circuito es tan indicado para aumentar la eficiencia de nuestros sistemas de energía (los que producen ATP) y mejorar nuestro desempeño físico. Si construimos un tipo de entrenamiento en el que intervengan los tres sistemas, estaremos haciendo que nuestro metabolismo se vuelva muy eficiente. Para ello debes tomar en cuenta la duración del entrenamiento total (para que intervenga el sistema oxidativo debe ser de al menos 30 minutos si eres principiante), las repeticiones de cada ejercicio (mínimo de 12 a 15 por 30 segundos hasta los minutos que puedas) para que intervenga el sistema glucolítico, y la exigencia o intensidad de cada ejercicio debe ser elevada, para que pueda intervenir en los primeros segundos el sistema fosfágeno. Eso sí, se debe controlar el tiempo de recuperación para no perder la intensidad total que logre que intervengan los tres sistemas.
Con toda esta información, mi intención es señalar que el objetivo principal del entrenamiento debe ser siempre mejorar el rendimiento de nuestro metabolismo para convertirlo, con el tiempo, en una máquina eficiente y de esa manera poder consumir la grasa almacenada, bajar nuestra azúcar en sangre y fortalecer nuestra musculatura.
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