Pamela Corrales y Julissa VilcaEspecialistas en LenguajeCentro Peruano de Audición, Lenguaje y Aprendizaje – CPAL
Marta está en una tienda con Carlos, su hijo de 3 años, quien aún no puede hablar con claridad. Cuando ingresa a la tienda, él mira unas pelotas y comienza a dar palmadas en la vitrina, mientras Marta conversa con el vendedor. Al terminar de comprar, salen de la tienda y Carlos empieza a llorar y patalear, tirándose al piso, motivo por el cual ella se acerca y le pregunta: ‘¿Qué pasa hijo?’, pero Carlos sigue llorando.
¿Por qué está llorando Carlos? ¿Se trata de un capricho solamente? o ¿Será que no ha logrado comunicar lo que desea? Si prestamos atención al ejemplo mostrado en el primer párrafo, nos percataremos de que efectivamente es lo último, el niño quería las pelotas, pero no pudo pedirlo, lo cual generó que su mamá no comprenda lo que ocurría y desconociera el motivo de su llanto. Es así como, en este y en muchos otros casos, la falta de habilidades para comunicarse y los problemas de lenguaje pueden llegar a generar dificultades de conducta en los niños.
Las personas utilizamos nuestro lenguaje para relacionarnos con los demás, aprender nuevas cosas, dar a entender nuestros pensamientos, compartir nuestras emociones, adaptarnos a las reglas de la sociedad y controlar nuestra conducta. Esto ocurre desde que somos pequeños, pues los niños utilizan la comunicación y el lenguaje de distintas formas y con múltiples objetivos, por ejemplo: para obtener un juguete, llamar a mamá, dar a conocer sus gustos e intereses, para que el adulto haga lo que él requiere o incluso para demostrar su capacidad de entender lo que sucede a su alrededor. Por ello, es importante preguntarnos: ¿Qué pasa cuando el niño no comunica lo que quiere? ¿Qué consecuencias pueden ocurrir si no tiene un buen desarrollo de lenguaje?
El lenguaje permite que el niño pueda adaptarse a su entorno y así controlar su conducta. Sin embargo, en ocasiones, este lenguaje no se desarrolla dentro de lo esperado para la edad, presentando problemas como: escaso vocabulario, dificultades para comprender indicaciones, problemas para estructurar oraciones, fallas al pronunciar los sonidos de las palabras, entre otros. Este tipo de dificultades también pueden generar una gran frustración en los niños y sentimientos de inseguridad al momento de relacionarse con otros.
Un niño que no comunica lo que quiere puede llegar a presentar problemas de conducta, ya que al no lograr comunicar con éxito lo que desea o al no comprender del todo lo que se le está pidiendo, podría frustrarse e intentar demostrarlo con conductas inadecuadas como: berrinches, pataletas, golpes, entre otros comportamientos que buscan la expresión de su malestar. Si bien los berrinches son esperados hasta los 2 años aproximadamente, estos deberían disminuir después, ya que a esa edad el niño ya está aprendiendo a usar los recursos verbales que le ayudarán a hacerse entender y a empezar a usar mejor sus recursos lingüísticos. Sin embargo, si los problemas de conducta persisten a lo largo de los años y/o el niño presenta un retraso en su lenguaje, es importante consultar con un psicólogo y/o un especialista del área de lenguaje.
¿Cómo podemos ayudar a estos niños? Para ello es importante seguir las siguientes recomendaciones:
•Ponernos a su altura y buscar su mirada al momento de hablar con ellos. •Utilizar un tono de voz firme y seguro, sin necesidad de elevar la voz. •Explicarles de manera anticipada lo que va a pasar, con pocas palabras y de la forma más sencilla. •Emplear imágenes y gestos para ayudarlos a comprender lo que queremos decir. •Es importante decirle que comprendemos su molestia, pero que en ese momento no se puede realizar lo que desea. •Ofrecerle otras alternativas o recordarle la actividad que nos corresponde hacer. •Acompañarlo mientras se calma y luego felicitarlo cuando esté más tranquilo.
El lenguaje empodera a los niños y es una herramienta vital para su aprendizaje y adaptación; a través de él, podrán entender que con las palabras es posible obtener lo que quieren, comprender lo que pasa a su alrededor, participar en diferentes actividades sociales y adecuarse a las exigencias de su entorno, por ello es necesario atenderlo.
El Centro Peruano de Audición, Lenguaje y Aprendizaje – CPAL con el objetivo de llevar la mejor atención a más personas, inaugurará muy pronto su nueva sede Magdalena, en la que se brindarán los servicios de diagnóstico y tratamiento en las áreas de audición, lenguaje, habla, voz y aprendizaje en niños, adolescentes y adultos.