El pescado es uno de los alimentos con mayor aporte nutritivo que existe en la naturaleza. Ayuda al control de la presión arterial porque posee ácidos grasos llamados omega 3, también es una buena fuente de proteínas, vitaminas hidrosolubles y liposolubles, así como minerales. El producto marino, además de ser considerado como un ‘afrodisiaco’, está altamente relacionado con la fertilidad en las parejas.
Así lo confirma un reciente estudio publicado por The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, y elaborado un grupo de investigadores del departamento de nutrición de la Universidad de Harvard. Ellos analizaron a 101 parejas que buscaban tener una familia y las siguieron durante un año para registrar varios aspectos de su estilo de vida, tales como la frecuencia de relaciones sexuales y del consumo de pescado.
En el estudio se concluyó que las probabilidades de embarazo para las parejas que consumían más de dos porciones de pescado a la semana fue del 92%. Por su parte, las parejas que consumían más de dos porciones semanales tuvieron 22% más frecuencia de relaciones sexuales.
Los datos agregaron además que ‘una dieta alta en pescados y mariscos pueden ayudar en la calidad del semen, la ovulación y otros indicadores relevantes para la fertilidad’. ‘Este alimento debe ser consumido dos o tres veces por semana’, agregaron los expertos que participaron en el estudio.
‘El pescado es rico en ácidos grasos omega-3 que podrían ayudar a regular la ovulación, mejorar la calidad de los óvulos e incluso retrasar el envejecimiento de los ovarios. El omega-3 también es importante para el desarrollo del cerebro y ojos del bebé y podría traer muchos otros beneficios al embarazo, como reducir el riesgo de parto prematuro, de preeclampsia y aminorar la depresión’, aseguró la nutricionista Alejandra Gómez.
La Agencia de Fármacos y Alimentos de EE UU (FDA, por sus siglas en inglés) indica que las mujeres que tengan planes de concebir pueden consumir de manera segura hasta 340 gramos (aproximadamente dos platos fuertes) por semana de pescado y mariscos bajos en mercurio, como atún en agua enlatado, salmón, camarón, tilapia o bagre.
La FDA aconseja limitar el consumo de atún blanco (albacore) y evitar por completo el pez espada, el blanquillo, el pez serrucho o sierra, el tiburón, el pez emperador o reloj anaranjado, la macarela o caballa española, el marlín y el mero, ya sean frescos o congelados, porque sus niveles de mercurio son más elevados.
Nueva Mujer
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