Por: Vanna PedraglioCoach deportiva y nutricional
No hay mejor amigo del peso ideal que un metabolismo acelerado o activo. Para lograrlo, con músculos definidos y un índice de grasa corporal súper bajo, es necesario activar los procesos internos de adaptación y utilización de energía extra. Estos procesos permiten cambios químicos, hormonales y orgánicos dentro de tu cuerpo. La idea es que tal como si se tratase de un motor, nuestras células conviertan los alimentos (la gasolina) en energía, haciendo a tu cuerpo funcionar a toda máquina.
No todos los metabolismos trabajan con la misma rapidez, pero depende de nosotros mantenerlo activo y eficiente. Entre los mejores consejos tenemos los siguientes.
1) No dejes de comer
Cada vez que comes, tu metabolismo recibe un choque térmico o eleva su temperatura, activándolo para procesar los alimentos que luego formarán parte de tus estructuras o servirán como fuente de energía. Lo importante es la calidad de tus alimentos, no necesariamente la cantidad que comas. Recuerda que todo lo que ingieras formará parte de tus células, de tus músculos, de tu piel, de tu sangre, de ti.
Si la restricción de alimentos es tu forma de perder peso, lo único que conseguirás en el tiempo es perder masa muscular y desacelerar tu actividad metabólica considerablemente. Para evitar eso, come cada vez que sientas hambre (ojo: el hambre no es un pasatiempo). Normalmente, si tu alimentación es lo suficientemente nutritiva, el hambre se dará cada 4 a 6 horas. Notarás que no te estás alimentando bien o que tus alimentos son escasos en nutrientes si tienes hambre cada 2 horas o menos. Si comes bien, no será necesario hacerlo tantas veces al día. A la larga acelerarás tu metabolismo y perderás peso.
2) Entrena con la intensidad adecuada
Entrenar de manera intensa a través de ejercicios desafiantes o con cargas externas es la manera de lograr que tu cuerpo se adapte y genere masa muscular. La construcción de músculo impacta directamente en el consumo de calorías, tanto durante como después del entrenamiento, acelerando considerablemente tu metabolismo a través del consumo de las grasas. Si queremos perder grasa corporal y estamos entrenando fuerte debes reducir la ingesta de carbohidratos.
3) Planifica con anticipación
Según muchos estudios, es de vital importancia mantener horarios constantes de alimentación y de entrenamiento para lograr no solo el peso ideal, sino llegar a mantenerlo siempre. Para alcanzar una adaptación progresiva de tu fuerza -y consecuentemente del aumento de masa muscular y aceleración metabólica-, tu organismo debe tener un orden. Como todo en la vida, la planificación nos lleva a la constancia y a alcanzar lo que nos proponemos. El cuerpo es una maquina perfecta, pero generar cambios en él solo se consigue en el tiempo. Ningún deportista olímpico se hizo en tres meses. Es la disciplina, la constancia y la regularidad dentro de nuestros hábitos lo que nos lleva al éxito.
Nuestro metabolismo es el responsable de mantener al organismo con las energías suficientes para sobrevivir día tras día. Mantener estable la actividad metabólica nos permitirá estar preparados para ser más eficientes ante cualquier entrenamiento intenso, carga laboral o estrés familiar.
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