Una técnica utilizada por los hindúes en un primer momento se ha vuelto toda una tendencia en América Latina. Los mandalas, estas representaciones simbólicas espirituales, han acaparado distintos rubros de nuestra vida: en diseños de ropa y accesorios, en actividades físicas como el yoga y hasta en libros, los mandalas parecen estar en todas partes.
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Pero, ¿cuál es realmente el propósito de un mandala? ¿Es simplemente un símbolo de decoración o se trata de algo más?
Carla Guilardi, terapeuta holística e integrativa de profesión, explica que pintar estos mandalas en libros o cuadernos es una terapia, y no un hobbie ni mucho menos un diseño. Desde su proceso de occidentalización, a través del psicólogo y psiquiatra Carl Jung quien los utilizaba para curar a sus pacientes, los mandalas se han integrado a distintos tipos de terapia.
“Yo como terapeuta uso las mandalas para mis pacientes y se que tienen muy buenos resultados”, explica Guilardi. “Los mandalas ayudan a la liberación de las emociones. Su misión es ingresar al subconsciente y encontrar arquetipos limitantes en nuestro cerebro y liberarlos. Nos ayudan a encontrar le bienestar”, continúa.
Pintando un mandala se puede tratar pacientes con problemas psicológicos o psiquiátricos tal como la ansiedad, la depresión, la angustia e incluso la esquizofrenia, entre otras patologías.
Ahora, si se trata de una terapia ¿cómo debemos hacerla?
Guilardi explcia que no se debe buscar la armonía en los colores ni intentar crear un diseño “hermoso”. “Esto es terapeútico, no es arte”, recalca. Por ello, sugiere que se coloque un poco de música espiritual y algunas velas encendidas a la hora de empezar a pintar.
“Para pintar el mandala se debe elegir el color al azar, porque el resultado va a ser lo que necesite tu alma solucionar”, explica. Así, con elecciones al azar, el paciente deberá concluir su dibujo que al final lo ayudará a liberar parte de sus problemas.
Aprende cómo hacerlo a continuación.
Carla Guilardi
Guilardi atiende a pacientes como terapeuta holística dentro de su centro “Ambar del Alma”, el cual ya tiene 10 años de funcionamiento. En su carrera, la autora ha escrito dos libros sobre mandalas.
Este año lanzó su segundo libro “Mandalas andinos”, de la mano con la editorial Planeta, que está inspirado en la cultura andina. “El primer libro era solo sobre mandalas y ahora traté de conectarme un poco más con mi tierra y mis ancestros. Por eso está basado en los andinos y sus enseñanzas. Los andinos hablan de la integración, de conectarnos con el todo y de no hacerle daño a los seres vivos”, explica.
El libro está dividido en tres partes:
1. La chacana: 4 puntos cardinales 2. Los 4 elementos: aire fuego tierra agua 3. Los 7 codigos andinos
En este nuevo libro se presentan 33 mandalas, las cuales pretenden rescatar la extraordinaria simbología de la cultura ancestral peruana. Cada mandala tiene una meditación explicada en el libro y lleva pautas para pintar.