Si tienes hijos, estas escenas te serán familiares: lo dejas en la guardería y te preocupas porque piensas que a las profesoras les costará trabajo que coma, que se concentre en las actividades o se la pasará llorando. Sin embargo, para sorpresa tuya, al salir de clases te dicen que se portó estupendo. La explicación es la siguiente:
Según una investigación del Departamento de Psicología de la universidad de Washington, esto tiene una sencilla explicación. La investigación se basó en un estudio de 500 familias, se midieron las quejas, el llanto, los intentos de berrinche y pataletas por parte de los niños así como la modificación en su forma de caminar o hablar.
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El estudio dirigido, por el doctor Leibowitz. encontró que los niños podían estar jugando felizmente en una habitación en la que no estaba su mamá y cambiar abruptamente de comportamiento en cuanto ella llegara, vieron además, que presentaban problemas para comer y seguir con sus actividades.
La causa se debe a una feromona. El olor de la madre es la razón por la que los niños modifiquen su comportamiento. El estudio reveló que en todos los casos, los niños cambiaron su actuar en cuanto escucharon la voz de mamá, incluso.
Fuente: NUEVA MUJER
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