La mayoría lo hace mientras está sentado en su auto esperando en un semáforo, o en medio de largos trayectos a bordo del bus. Otros tantos, mientras nadie los ve y a algunos, no les importa hacerlo frente a todos.
Pero ahora, luego de la investigación publicada en la revista científica American Journal of Microbiology, el desagradable hábito de comerse los mocos podría ser la excusa para que las personas comiencen a hacerlo sin vergüenza.
El trabajo, realizado en conjunto por una serie de investigadores de Harvard y el MIT, detectó varios beneficios de consumir la mucosa del cuerpo, que se produce en la nariz.
‘La mucosa es una rica fuente de bacterias y muy buena pata la salud dental’, dice el informe.
Al respecto el profesor y coautor del estudio, Friederich Bischinger, explicó que de acuerdo con su investigación ‘comer los restos secos de lo que usted saca es una gran manera de fortalecer el sistema inmunológico del cuerpo”.
‘Médicamente tiene mucho sentido y es una cosa perfectamente natural de hacer’, agregó, afirmando que ‘en términos del sistema inmunológico, la nariz es un filtro en el que se recogen gran cantidad de bacterias, y cuando esta mezcla llega a los intestinos funciona como un medicamento’, afirma Bischinger.
Tras las conclusiones los investigadores incluso postulan que podría utilizarse el impulso bacteriano de los mocos para crear pastas de dientes o incluso chicles en beneficio de la salud de las personas.
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