¿La inactividad lleva al sobrepeso o al revés?

“Con los avances de la ciencia en estos últimos años, es reconocido ampliamente el peligro de volvernos sedentarios…”

VANNA PEDRAGLIOCOACH DEPORTIVA Y NUTRICIONAL

Con los avances de la ciencia en estos últimos años, es reconocido ampliamente el peligro de volvernos sedentarios. Seguimos creyendo que la inactividad nos proporciona el sobrepesoy que la falta de voluntad nos lleva en un círculo sin límites a seguir aumentando kilos sin conseguir una rutina consistente de entrenamiento o actividad física. Pero, aunque no lo crean, no se trata solo de fuerza de voluntad.

Recientes investigaciones sugieren que, en realidad, la obesidad altera la función cerebral, suprimiendo el impulso natural del cuerpo para mantenerse activo. Nuestro cuerpo es, como ya lo he llamado antes, una biocomputadora con procesos que siempre tienen una explicación. Nada funciona de manera aleatoria ni a través únicamente de emociones. Todo tiene una explicación fisiológica y biológica. Por eso, son muchos los factores internos que nos llevan a no poder seguir un ritmo de entrenamiento frecuente.

Estoy segura que ser conscientes de estas causas internas nos permitirá realizar cambios que podamos mantener por el resto de nuestras vidas. Primero, debemos saber que el organismo tiende a seguir un patrón. Tenemos internamente un reloj biológico y hacer ejercicio desempeña un rol súper importante para mantener ese ritmo circadiano sano y tener al final patrones de movimiento e inactividad naturales y alternados. Al no hacer ejercicios, estos ritmos se vuelven aleatorios y dejan de ser lógicos para nuestro reloj interno; por lo tanto, no podremos incorporarlos con facilidad a nuestro sistema.

Por otro lado, otras investigaciones aún más recientes concluyen que es realmente el exceso de peso lo que disminuye la motivación para moverse. Se debe a que interrumpe el proceso de acción en el cerebro de la dopamina, sustancia química que desempeña un rol muy activo en la regulación de la sensación de satisfacción. Es clave para el control del estado de ánimo, del apetito y del movimiento. El sobrepeso produce un espiral negativo de comportamiento sedentario y con los kilos adicionales interrumpe la señalización de la dopamina. Si tener dicha señalización de dopamina defectuosa es el factor responsable de la pérdida natural de la inclinación a mantenerse activo, ¿podrían los reforzadores naturales de dopamina corregir el problema? Pues parece que sí.

Así, aquí les dejo una lista de estimulantes naturales de la dopamina y algunas maneras de mejorar nuestra motivación para mantenernos activos. El té verde y el té negro contienen L-teanina, un aminoácido con la capacidad de aumentar los niveles cerebrales de dopamina y seratonina. Tenemos también la L-tirosina, un formador de la dopamina que se encuentra en alimentos tales como la carne, los huevos y el pescado. Debemos reconectar nuestro cerebro para volver a disfrutar del hacer deporte. Para lograrlo y recibir de manera interna una sensación de recompensa, es importante buscar una actividad que realmente disfrutemos hacer. Buscar la variación, que es la sazón en la vida. Considero al entrenamiento interválico y en circuito la mejor opción, ya que los ejercicios varían constantemente y podrás mantener una intensidad ideal para lograr cambios metabólicos.

Entonces, debes saber que el sobrepeso es el primer causante de la inactividad, ya que a nivel fisiológico nos impide mantener un ritmo circadiano y la falta de motivación por una sensación placentera del movimiento. La buena alimentación conlleva el 80% de los beneficios que nos brindará una vida saludable; tan solo el 20% restante está representado por la actividad física. Pero, sin duda, sin este 20% no se establecerán los procesos adecuados o las bases para poder mantener ese estilo de vida de forma permanente.

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