Cáncer de mama: Detección temprana que salva miles de vidas

La mamografía sigue siendo el estándar de oro para diagnosticar el cáncer de mama . En el mes de sensibilización de este mal, te contamos los beneficios de esta prueba en la salud de las mujeres.

El término prevención puede sonar confuso cuando se habla del cáncer.

Y es que no existe una forma segura ni definitiva de conocer las causas que lo generan, a decir de los expertos. Por ello, es imposible prevenirlo.

Sin embargo, lo que sí podemos hacer es tomar medidas que puedan reducir su riesgo. Y eso implica cambiar algunos factores de riesgo que sí podemos controlar.

‘Más que prevención, debemos hablar siempre de detección temprana en el cáncer. Ese es el mensaje clave’, indica la doctora Silvia Falcón, jefe de la Unidad Inter Disciplinaria de Cáncer de Mama de ALIADA.

En el caso del cáncer de mama , la detección temprana es casi un sinónimo de curación. Si un tratamiento se inicia en fases iniciales, el porcentaje de curación puede llegar a ser del 95%.

‘Lo ideal es descubrir el cáncer cuando aún no se presentan ni síntomas ni signos, es decir, cuando no se siente ninguna molestia ni se palpa un tumor’, sostiene la especialista.

Las pruebas de detección para el cáncer de seno ayudan a salvar miles de vidas cada año. Y entre ellas, la mamografía es sin duda el estándar de oro.

Con este examen, los médicos buscan signos de cáncer de mama en sus etapas iniciales. Si bien para muchas mujeres el examen puede resultar incómodo o doloroso (ya que se presionan los senos para tomar imágenes de rayos X), este solo toma unos minutos y las molestias desaparecen pronto.

Las nuevas guías de la American Cancer Society recomiendan a las mujeres de 40 a 44 años de edad, realizarse la prueba una vez al año para detectar tempranamente este cáncer. Pero ojo, es solo una recomendación, tomando en cuenta los beneficios potenciales que se pueden tener.

En cambio, para las mujeres de 45 a 54 años, el examen sí debe ser obligatorio cada año. En el caso de las mujeres de 55 años a más, la idea es que se sometan a la prueba cada dos años, o bien continuar con su examen de detección anual.

Y si bien las mamografías no son infalibles (ya que en contados casos pueden dar falsos positivos), la mayoría de veces ayudan a encontrar el cáncer de seno en etapas tempranas, cuando el tratamiento es eficaz.

Un ejemplo son los equipos de última generación, como la mamografía 3D con tomosíntesis, que detecta células cancerígenas hasta con tres años de anticipación (pues obtiene imágenes de medio milímetro de espesor) y con el uso de mínima radiación.

Gracias a ello, la detección resulta más eficaz, rápida y precisa que las mamografías convencionales.

.-

Gracias a todos los que colaboraron con la Reciclatón.

Lo Último