VANNA PEDRAGLIOCOACH DEPORTIVA Y NUTRICIONAL
Una verdad absoluta: es difícil perder peso y, sobre todo, mantenerse en el peso correcto. Estadísticamente, más del 80% de las personas que se lo plantean y lo intentan, fallan. Y peor aún, recuperan los kilos perdidos y hasta suben más. Entender por qué la pérdida de peso es tan complicada nos ayudará en esa batalla y podremos lograr con satisfacción lo que anhelamos no solo por temas estéticos, sino por conciencia de nuestra salud. Entonces, veamos algunas crudas verdades.
Verdad número uno: Tu cuerpo estará trabajando siempre contra tu voluntad. No es broma, cuando nos proponemos perder peso, no solo está tu mente evitando todo el tiempo pensar en antojos, también lo hace tu cuerpo. Eso se debe a que la pérdida de grasa hace que disminuya la secreción de la hormona leptina, encargada de enviar la señal al cerebro de que estamos llenos. Simultáneamente, aumenta otra hormona llamada grelina, que nos dispara la sensación de hambre. Es por eso que mantener un peso ideal es tan difícil una vez que hemos llegado al objetivo. Lo ideal es perder peso de manera gradual, recortando calorías poco a poco y mejorando la calidad de los alimentos.
Verdad número dos: No existen atajos ni soluciones rápidas para perder peso. No existen milagros ni pastillas mágicas que sean capaces de lograr eso. Sé que es difícil ser paciente, pero es necesario. Recortar calorías de manera drástica con dietas restrictivas y poco balanceadas solo activará un mecanismo de defensa por supervivencia en el cuerpo llamado estado de inanición. Hará que el metabolismo se vuelva más lento, dañando a la larga todo el esfuerzo que hemos empleado. Lo recomendable es perder a lo sumo un kilo por semana.
Verdad número tres: Un solo tipo de dieta no es beneficioso para todos. El principio de la bioindividualidad es súper importante. Si quieres bajar de peso y lograr mantenerte, la guía de un nutricionista o cambiar tus hábitos es indispensable. No te dejes llevar por las dietas que encuentras en Internet o la que te dio tu amiga: todos somos diferentes y nuestros metabolismos son únicos. Así que lo que funciona para otros, no significa que lo hará para ti.
Verdad número 4: Ganar masa muscular implica mucho esfuerzo. Nuestro tejido más activo es la musculatura. A diferencia de la grasa, es el responsable de acelerar nuestro metabolismo y hacernos ver más delgados y fit. Al empezar un régimen de alimentación saludable es muy importante acompañarlo de un entrenamiento intenso, pues no se trata de peso al final, sino de composición corporal. Hay que ir perdiendo poco a poco esas reservas de grasa extra que no queremos e ir construyendo masa muscular, lo que se logra únicamente con un entrenamiento que sea lo suficientemente exigente y repetitivo en el tiempo para permitir adaptarnos y regenerar mayor masa muscular.
Verdad número 5: No se trata de dietas, se trata de estilo de vida. Buscar resultados rápidos es sinónimo de fracaso, sobre todo cuando hablamos de cambiar nuestro organismo. Los cambios deben ser tanto físicos como mentales y someterse a una dieta estricta – psicológica o fisiológicamente- es algo imposible de mantener en el tiempo. Así que no pierdan el tiempo y busquen incorporar nuevos y mejores hábitos que cambien a la larga su vida para mejor. Debemos encontrar el gusto por lo que nos hace más saludables y mejores personas ante nosotros mismos. Busca estar sano, lleno de energía y contento con tus logros y tu forma de vivir.