No es misterio para nadie que la clásica comida chatarra es un pecado nutricional capital: aporta una cantidad importante de grasas saturadas, responsables de que nuestras arterias terminen colapsadas; está cargada de sodio, principal responsable de la retención de líquidos y veneno para todos aquellos con problemas de hipertensión, y es hipercalórica, especialmente cuando la adquirimos en tamaños XL.
De hecho, un súper ‘combo’ aporta más de la mitad de las calorías que necesita una mujer al día. Sin embargo, de una u otra manera nos vemos arrastradas a sus redes. Por esto es que esta nueva oferta sana e igualmente rápida pareciera convertirse de pronto en una forma más de cuidar la línea.
La psicóloga Viviana Assadi celebra esta opción ‘más sana’ en la comida chatarra. ‘Lamentablemente la comida rápida es algo que ya está instaurado en nuestra cultura. Que tengamos la posibilidad de ir y tener una opción de comida rápida ‘sana’ yo lo valoro, es positivo que se amplíe el rango de elección’.
Por su parte, la nutricionista María José Ríos es taxativa en su respuesta: la comida que se vende en este tipo de lugares no es una alternativa real para bajar ni mantenerse en la talla adecuada. ‘No es la gran solución a la obesidad en el país, ni vamos a bajar de peso con eso. Sin embargo, si estamos ante comida rápida y tenemos la opción de comer ensaladas o sándwiches con un menor aporte de grasas y calorías, esa es la elección más inteligente’. Y esto es evidente: entre un ‘combo’ (que incluye hamburguesa, papas fritas y bebida gaseosa) que entrega 800 calorías y una ensalada de 300, la segunda es la opción correcta.
La psicóloga coincide en este último punto con la nutricionista, y agrega algo vital: ‘El comer sano e inteligentemente tiene que ver con algo personal, pero también con algo familiar. Entonces, que yo me cuide implica necesariamente una moderación de aquellos que están a mi alrededor. Por esto se produce una especie de contradicción cuando una mujer pretende bajar de peso o cuidar las comidas, y lleva a sus hijos a comer chatarra’.
A continuación cuál es el menú más sano en una cadena conocida.
McDonald’s
Big Mac v/s Ensalada César con pollo Una hamburguesa doble con queso y lechuga tiene 560 calorías, 30 g de grasas, 80 mg de colesterol, 1.010 mg de sodio y 25 g de proteínas. En cambio la Ensalada César con pollo a la parrilla y aliño de aceite y vinagre tiene 270 calorías, 8.5 g de grasas, 80 mg de colesterol, 1.560 mg de sodio y 31 g de proteínas.
Según la experta, el aporte calórico y la grasa son muy diferentes entre uno y otro, siempre prevaleciendo la ensalada por sobre la hamburguesa. Pero la carga de colesterol y el sodio son similares. ‘Efectivamente la ensalada es una opción sana, pero para hacerlo más saludable debe comerse sin aderezo, que es el que aporta estos dos últimos’.
Vía Publimetro Chile
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