Yo me casé con el amor de mi vida a los 18 años. Yo era promedio y nuestra vida sexual era asombrosa. Conforme envejecí y trabajaba en posiciones que odiaba, acudí a la comida como mecanismo de superación. Subí muchísimos kilos en cinco años y odiaba cómo me veía. Esta imagen negativa de mí misma se arrastró hasta nuestra vida sexual.
No quería hacerlo con las luces encendidas porque estaba tan avergonzada de lo grande que me volví. No podía dejarme llevar por la experiencia porque, en mi mente, estaba preguntándome si mi esposo estaba imaginándose teniendo sexo con alguien que se veía mejor que yo. Yo me alejé y lo que alguna vez fue una vida sexual muy caliente, se convirtió en un argumento constante.
[pub][ooyala.UyNXFmMjE6xHShnyQa-aBMnsC6b0Iyim]Esperanza Gómez y la mala jugada de su ropa interior
1. Puede destruir tu confianza
No hay nada más sexy que una mujer (o un hombre) segura de sí misma. Tu peso puede destruir tu confianza si te sientes inconforme con él. El gran sexo requiere de seguridad en ti misma y en lo que estás haciendo. No puedes tener esta confianza si lo único que tienes en mente es una imagen negativo de ti.
2. Puede agotar tu energía
Lo que comes y lo activa que eres (a través del ejercicio) afecta tus niveles de energía. Cada persona que lea esto tiene una vida sexual diferente, pero todos requieren de energía -especialmente para esas sesiones más largas. Si tienes sobrepeso o sólo no estás en forma no durarás tanto tiempo ni lo disfrutarás tanto porque te está faltando la energía.
3. Puede afectar la experiencia
Si tu mente está en algún otro lado y le falta seguridad, la calidad de tu experiencia sexual se reducirá. El sexo de calidad no es necesariamente sobre la duración o el número de posiciones; es sobre lo involucrado que están uno con el otro y si pueden encontrar los puntos de placer. Tu peso puede afectar la calidad de sexo asombroso y reemplazarlo por quickies.
4. Puede afectar tus pensamientos
Si estás preocupada sobre lo que tu pareja está pensando o si tus pensamientos están atrapados con tu peso, no puedes dejarlo ir. Tus pensamientos deberían de estar enfocados en la persona con la que estás y el placer que te está dando la experiencia. Tu peso puede nublar los pensamientos sanos que te dejan disfrutar completamente del sexo.
5. Puede darte una vida sexual ardiente
Si estás tomando elecciones sanas de comida y te ejercitas regularmente, estarás en una buena posición. Puedes entrar a la habitación y usar esa energía para encargarte de tus instintos animales. Déjate llevar y mantente presente en ese momento de placer. Entra a la habitación con seguridad y sal agotada.
Durante un periodo de dos años fui capaz de bajar muchos kilos y alcanzar mi peso ideal. Conforme perdía el peso, mi confianza regresó. Mis niveles de energía aumentaron mientras me alimentaba bien y hacía ejercicio. Me sentía bien conmigo misma y eso me permitió relajarme en la habitación. El día de hoy, nuestra vida sexual es aún mejor que en ese entonces.
Si tienes problemas con tu peso, comienza el viaje de cambiar un día a la vez. Cuando piensas en la inmensidad de cualquier cambio, se siente imposible. Cuando lo analizas, trabajas en él un poco a la vez. Enfócate en crear hábitos de alimentación saludables en tu vida. No permitas que tu salud te impida disfrutar de uno de los más grandes placeres de la vida.