China es la mayor prueba del daño que puede hacer la contaminación al ser humano.
La polución del aire provoca a diario la muerte de más de 4 mil personas en el gigante asiático, un 17% del total de muertes en este país.
Los expertos calculan que un 38% de la población china inhala aire considerado insalubre, lo que genera al año 1,6 millones de muertes.
La contaminación, en todas sus formas, no solo es un grave problema para el medio ambiente. También es un riesgo importante para nuestra salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es clara en este tema: si redujéramos la contaminación, se salvarían millones de vidas.
1.- Problemas cardiacos.
Diversos estudios confirman el vínculo estrecho que hay entre la exposición a la contaminación y las enfermedades cardiovasculares, como las cardiopatías isquémicas. Una investigación de la Universidad de Hasselt, en Bélgica, indica que el aire contaminado produce más ataques al corazón que el consumo de cocaína e implica un riesgo cardiaco tan alto como el alcohol, el café y hasta el esfuerzo físico. Otro estudio británico concluyó que la polución, a corto plazo, está vinculada a arritmias y embolia pulmonar.
2.- Cáncer
La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó el 2013 que la contaminación del aire es cancerígena para el humano. Según el organismo, el aire que respiramos a diario está fuertemente contaminado por sustancias que provocan cáncer, en especial el de pulmón. Incluso, los expertos también anotaron una asociación con el cáncer de vejiga. Según la OMS, los ciudadanos de países en desarrollo con grandes poblaciones y con sectores industriales en auge están particularmente en riesgo. Las principales fuentes de contaminación del aire son el transporte, las emisiones industriales y agrícolas, las cocinas y más.
3.- Enfermedades respiratorias
Elementos como el dióxido de azufre, el dióxido de nitrógeno y el ozono (ver recuadro), presentes en el aire contaminado, alteran la mucosa del sistema respiratorio, lo que aumenta el riesgo de padecer inflamaciones de la vía aérea. Este tipo de reacciones puede derivar en patologías respiratorias como la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) e infecciones respiratorias agudas en niños, como el asma. Según la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), los escolares que estudian cerca a avenidas principales tienen más riesgo de sufrir enfermedades respiratorias o dañar sus pulmones.
4.- Dificultades en el embarazo.
La contaminación que respiran las mujeres en gestación puede ser peligrosa para el feto. Respirar altos niveles de ozono y monóxido de carbono puede triplicar el riesgo de que un niño nazca con malformaciones faciales (como el labio leporino) y cardiacas, según un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). El riesgo sería mucho mayor en el segundo mes de embarazo, cuando varios órganos están en plena formación.
5.- Daños en la piel.
La contaminación también puede afectar el órgano más grande del cuerpo. Los gases, el polvo urbano, las emisiones de diésel y las partículas finas como la PM 2.5 pueden originar problemas en la piel como sequedad, acné, alergias y más. Además, algunos estudios han encontrado una relación entre los gases contaminantes y el riesgo de cáncer en la piel.
Partículas dañinas
Así afecta la contaminación a tu cuerpo:
• Ozono. Es un ingrediente clave del smog. Se produce por la reacción de la luz solar sobre el aire que contiene contaminantes. Puede provocar asma y originar males pulmonares.
• Dióxido de nitrógeno. Está presente en los motores de vehículos y barcos y algunos procesos de combustión. Causa inflamación de las vías respiratorias.
• Dióxido de azufre. Es un gas incoloro con olor penetrante. Se genera por la combustión de carbón y petróleo. Causa irritación ocular y bronquitis.