Claudia Combe VegaDepartamento Psicopedagógico *Colegio Antares – CPAL *
Tomar la decisión de la escolaridad de nuestros hijos se basa en nuestras expectativas y las exigencias académicas que deseamos para ellos, así como nuestras posibilidades económicas. Sea cual sea la razón de porqué se da el cambio de colegio, debemos estar preparados para afrontar de la mejor manera este nuevo paso en nuestra vida como familia.
¿Cambio o no a mi hijo de colegio? Tomar una decisión como esta es una tarea sumamente difícil, no solo porque tenemos que evaluar las consecuencias que esta decisión nos traerá, sino también, por la carga emocional que ésta implica: nuestros ideales, expectativas de logro, valores y vínculos que establecemos, así como, una red social de la cual debemos desprendernos. Además, esta una tarea que, muchas veces, puede angustiar a los padres: hacerles comprender a nuestros hijos los motivos del cambio y ayudarles en la adaptación al nuevo centro.
La idea clave a transmitir es que la decisión tomada es la mejor para ellos. Al plantear la situación, se deben destacar los aspectos positivos, como hacer nuevos amigos y tener nuevas experiencias, sin que ello signifique olvidar a los antiguos.
Primero, los padres debemos ser conscientes que el cambio que hemos realizado va a beneficiar a nuestro hijo y es importante poner todas nuestras energías para acompañarlos en este complejo proceso pues va a implicar una serie de cambios desde la rutina, organización familiar, cumplimiento de reglas e involucramiento con el colegio y profesores.
De igual forma, es importante escuchar a nuestro hijo sobre sus emociones, lo que siente y piensa frente a este nuevo cambio, pues todo cambio trae miedos y temores que juntos van a poder afrontar. La etapa de desarrollo se debe tomar en cuenta, no es lo mismo un cambio en la niñez que en la adolescencia. Es necesario darle la apertura necesaria para escucharlos, manteniendo una actitud de comprensión y, sobretodo, sin juzgarlos ni minimizando los sentimientos relacionados a las expectativas de su nuevo centro.
Este proceso empezará con la preparación de nuestros hijos para comprender los motivos del cambio así como enfrentar la separación de sus compañeros, amigos, profesores y un entorno que lo ha acogido y entregado confianza suficiente para que se pueda desenvolver sin mayores complicaciones. Una regla fundamental es anticipar con nuestros hijos este cambio, siendo tarea de los padres brindar seguridad y destacar que los cambios son procesos totalmente normales y que nos pueden traer grandes sorpresas si los tomamos con una actitud positiva.
No olvidemos que el cambio de colegio puede ser una situación de angustia para los padres e hijos. Debemos confiar en la capacidad de resiliencia y adaptación que tienen los padres para transmitírselas a sus hijos y para afrontar este nuevo reto.