Picaduras de mosquitos: cuándo se tratan solo en casa y cuándo ir al médico

Infectólogo del Instituto de Salud del Niño explica qué hacer

Al igual que el Aedes Aegypti -que genera el dengue, la chikunguña y el temido zika – en el Perú circulan otras decenas de insectos cuya picadura es más inofensiva pero que es motivo de consulta constante en pediatría, sobre todo cuando aparecen una serie de “botones” rojos en el cuerpo de los niños.

Algunos de estos insectos son el zancudo, el jején, la avispa, la pulga, el abejorro, la tijereta, la abeja, los cuales generalmente producen una reacción local a nivel de la piel; pero también están el alacrán o los diferentes tipos de araña, cuya mordedura puede causar daños mayores.

El médico infectólogo del Instituto Nacional de Salud, Javier Díaz Pera, explicó que cuando se habla de accidentes por este tipo de insectos, el dolor y la inflamación en el cuerpo es lo que marca la diferencia entre una picadura habitual y una severa.

“Una picadura de mosquito, de zancudo o de un jején puede producir picazón intenso, pero cuando uno tiene accidente por picadura de abeja, avispa, mordedura de araña no venenosa o por un alacrán venenoso, habrá un dolor intenso e inflamación”, explicó a Andina.

Alergias

Una simple picadura puede intensificarse cuando el niño o niña, que tiene la piel más sensible, hace una reacción alérgica en el resto del cuerpo, cuadro que se conoce como prúrigo infantil (aparición de pequeños granos que ocasionan picazón y que, al marchitarse, forman costras negruzcas). Esto ocurre en uno de cada cinco pacientes.

Durante la estación de verano y con la presencia del Fenómeno El Niño , la proliferación de insectos crece y la población de mayor riesgo es la infantil, por lo que si no se toman precauciones un paseo a un centro campestre de Chosica puede convertirse en un dolor de cabeza y una consulta más por los llantos, el escozor y otras secuelas en el niño que sufrió la picadura.

Estas alergias, que deben ser tratadas por un médico, generalmente se controlan con compresas de agua fría y aplicando un corticoide en la zona adolorida.

Sin embargo, hay otras situaciones más graves, como cuando tras una picadura de abeja, avispa o mordedura de araña, una persona tiene cosquilleo alrededor de la boca, se le adormece las manos, se le hincha alguna parte del cuerpo (por ejemplo labios) e incluso tiene dificultades para respirar. Allí, dijo Díaz Pera, tiene que acudir rápidamente a un centro de salud porque ha tenido una reacción alérgica llamada anafilaxia.

“Esta reacción alérgica se manifiesta con un calor intenso en todo el cuerpo y una sensación de desvanecimiento, aquí no hay que esperar para ir al médico”, anotó al señalar que hay entre tres a cinco consultas al mes por mordeduras de arañas o animales ponzoñosos.

El infectólogo aconsejó usar repelente, polos de manga larga y pantalones delgados a las personas que piensan acudir a algún lugar campestre, dado que en estas épocas del año son más frecuente las picaduras por mosquitos, zancudos y animales ponzoñosos.

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