Los complementos nutricionales a base de aceite de pescado, ricos en ácidos grasos Omega 3, no previenen la degeneración del cerebro como se cree popularmente, según un estudio publicado el martes en una revista científica estadounidense.
El aceite de pescado es una fuente de Omega 3 y las personas que lo consumen regularmente en el salmón, el atún o el fletán sí muestran mejor salud en sus ojos, su corazón y su cerebro, que aquellas que no ingieren este aceite desde sus fuentes naturales.
Pero consumir el aceite de pescado en forma de cápsulas no ofrece los mismos beneficios.
El estudio clínico, conducido sobre 4.000 personas ancianas durante cinco años, es “uno de los más amplios y prolongados de su género”, según el Instituto de Salud de Estados Unidos (NIH), que financió la investigación divulgada en la publicación especializada Journal of the American Medical Association (JAMA).
“Contrariamente a la creencia popular, no hemos constatado que los complementos con Omega 3 aporten ninguna ventaja que permitan detener el deterioro cognitivo”, escribió la principal autora del estudio, Emily Chew, directora adjunta de los servicios clínicos del Instituto Nacional de Oftalmología, que depende del NIH.
Otro estudio mostró en 2011 que los complementos con Omega 3 en venta sin prescripción no mejoran la salud cerebral de los pacientes ancianos que ya sufren una patología cardíaca.
El nuevo estudio se centró en particular en las personas que sufrían de una forma común de pérdida de la visión: degeneración macular vinculada a la edad. Los pacientes tenían una edad promedio de 72 años, y el 58% eran mujeres.
Los sujetos fueron divididos al azar. Un grupo recibió un placebo y otro las cápsulas que contenían ácidos grasos Omega 3, específicamente el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA).
Los pacientes respondieron a pruebas de memoria y de funciones cognitivas al principio del estudio, luego de dos años y, finalmente, cuatro años más tarde.
“Las puntuaciones cognitivas de cada uno de los subgrupos se redujeron de forma comparable con el tiempo, lo que indica que ninguna combinación de complementos nutricionales hizo ninguna diferencia”, señala el estudio.
Unas 37 millones de personas sufren de demencia en el mundo, una cifra que podría aumentar a más de 131 millones en 2050 según la federación internacional Alzheimer’s Disease International.