Las operaciones cesáreas sólo deben ser practicadas cuando son “médicamente necesarias”, recomendó este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS), que deplora “la epidemia de cesáreas” que afecta a casi todo el mundo.
“En muchos países en desarrollo y desarrollados hay realmente una epidemia de cesáreas aún en los casos en los que no son médicamente necesarias”, indicó la doctora Marleen Temmerman, directora del departamento de Salud Reproductiva e Investigaciones Conexas de la OMS.
En muchos casos, esta “epidemia” se explica principalmente por un deseo de los médicos de simplificarse la vida: las cesáreas pueden programarse, recordó la doctora, al publicarse las nuevas recomendaciones de la OMS.
Pero “las cesáreas sólo deberían ser practicadas cuando son médicamente necesarias”, afirma el organismo de la ONU en el documento.
Es la primera vez que la Organización recomienda claramente que el recurso a la cesárea debe limitarse a las razones médicas, explicó el doctor Ahmet Metin Gulmezoglu, otro experto de la OMS.
Hasta ahora, la OMS se había limitado a decir que la “tasa de cesáreas ideal” se sitúa entre 10% y 15% de los embarazos, según se estableció en 1985.
Luego, los partos por cesárea se generalizaron tanto en los países desarrollados como los que están en camino de serlo.
El porcentaje de cesáreas por embarazo es del 35,6% en las Américas, 23% en Europa y 24,1% en la región del Pacífico occidental, según las últimas cifras disponibles de la OMS (de 2008). Solamente África (3,8%) y el sureste de Asia (8,8%) parecen quedar fuera de este fenómeno.
En algunos países se estableció una verdadera “cultura de la cesárea”, como en Brasil, donde cerca de la mitad de los bebés nacen por ese método, lo que ubica al país como el primero en el mundo en la materia, señaló la doctora Temmerman.
La OMS llevó a cabo nuevos estudios para intentar determinar una tasa ideal de cesáreas.
Aunque todavía no pudo establecer ese porcentaje, los estudios permitieron mostrar que las tasas de cesáreas superiores a 10% no están asociadas a una reducción de la tasa de mortalidad materna y neonatal.
En cambio, la OMS admite que mientras se mantenga por debajo de un 10% la mortalidad neonatal y materna disminuye a medida que la tasa de cesáreas aumenta.