La Organización Mundial de la Salud señala que un adulto no debería superar el consumo de cinco gramos de sal al día, ya que estos comprenden unos dos gramos de sodio. Desgraciadamente, según investigaciones de la OMS, el promedio de la ingesta cotidiana mundial es de 3.95 gramos de sodio.
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Por otra parte, el diario El País de España, en entrevista con la presidenta de la Sociedad Española de Hipertensión, Nieves Martell, destacó que el exceso de sodio produce, de manera general, un efecto renal de retención del agua, y la estimulación de determinadas hormonas que dan lugar a la peligrosa elevación de la tensión arterial.
Nieves Martell señal en dicha entrevista con El País, que de no tratarse debidamente, la tensión arterial puede conllevar a un aumento del riesgo de enfermedades cardiacas, en cualquiera de sus manifestaciones. Asimismo, el exceso de sodio tiende desencadenar enfermedades cerebrovasculares e insuficiencia renal, entre otros trastornos.
Según los datos brindados por la OMS, más de 1.6 millones de personas mueren al año por el consumo excesivo de sodio. Entre dichos fallecimientos, 687 mil se deberían a problemas coronarios, 685 mil a infartos cerebrales, y otros 276 mil a problemas de índole vascular. Además, el 40% de estas muertes se produciría en menores de 70 años.
Para prevenir cualquier tipo de complicación, enfermedad, e incluso, la muerte, el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos recomienda que las personas que padecen de insuficiencia cardíaca congestiva, cirrosis hepática o nefropatía, eviten consumir productos condimentados con sal, para reducir sus niveles de sodio.
Asimismo, dicho instituto estadounidense señala que no existen cantidades de sodio exactas que puedan ser recomendables para bebés, niños y adolescentes. Pese a ello, los hábitos de alimentación con respecto al consumo de la sal, durante la etapa de crecimiento, deben ser controlados, e incluso, evitados, en la medida de lo posible.
Por último, algunos alimentos que tienden a ser previamente condimentados con grandes cantidades de sal, como las carnes procesadas, el tocino, los embutidos y el jamón, pueden ser perjudiciales por sus altos niveles de sodio. Entre estos alimentos, también se encuentran las comidas rápidas, y las sopas y verduras enlatadas.