Si estás al frente de esta larga espada, es mejor mantener tu guardia en alto. En esta iglesia transformada al norte de Londres, los combatientes hacen justo eso. Usando ambas manos, escudos o dagas, las reglas del combate son simples.
“Que no te golpen! Si eres golpeado mucho, entonces, evidentemente, no lo estás haciendo bien. Si te las arreglas para golpear a la otra persona y no ser golpeado, estás haciendo algo correcto. Tratamos de representar esto a través de un sistema que se basa en la eliminación de puntos. Así que cada vez que recibes un golpe, pierdes algunos, y si haces esto consistentemente, te quedas sin puntos y mueres”, señala David Rawlings, maestro de armas en la Academia de Espada Larga de Londres.
La Histórica Coalición Europea de Artes Marciales, estudia las formas de lucha europea tradicional, para promover esta forma medieval de combate en la época actual.
Gran parte de lo que se practica está manuales y manuscritos antiguos.
“Tienes que pensar realmente en lo que estás haciendo, hay una gran cantidad de formas en la que estas técnicas pueden funcionar, ya que está basado en textos medievales, así que hay muchas interpretaciones involucradas’, cuenta la aprendiz Lauren.
En el Reino Unido alrededor de mil personas practican artes marciales medievales europeas.
Esta moda es en parte gracias a la popularidad de ciertas películas y programas de televisión.
“Creo que esta práctica ha sido impulsada por series y películas como Juego de tronos o el Señor de los Anillos. La gente está viendo cómo eran las luchas medievales. Y creo que eso hace que la gente se interese”, sostiene la aprendiz Delia Hamwood.
“Cuando la gente viene a la academia por primera vez, lo que ven es a gente golpeandose con espadas grandes y no tienen idea de lo que están haciendo, y luego, una vez que se meten en el tecnicismo real, la gente se engancha”, cuenta Rawlings.
Ya sea duelos, defensa o el aprendizaje de habilidades de combate para la guerra, los estudiantes usan armas reales, de ahí la necesidad de guantes reforzados, ropa acolchada y cascos.
Tratando de revivir los concursos de gladiadores antiguos, al menos aquí, los concursantes no deben quitar la vida de su contrincante, con el fin de recibir aplausos.