Todos estamos acostumbrado a los afiches de publicidad en las calles. Pero lo que sucedió en Estocolmo, Suecia fue aterrador. Una broma asustó a todos los que se acercaban.
El afiche era todo blanco e invitaba a la gente a escanear el código QR con su smartphone. Lo que no sabían es que un paciente bromista estaba dentro para asustar a las víctimas.