Un preparador físico llamado Mike Harper se encontró en una calle de Dallas (EE.UU.) a la esposa de un amigo que trabaja en la Policía. ‘Ella me dijo que estaba preocupada por la seguridad de su esposo, debido a que sus compañeros de trabajo tenían sobrepeso’, recuerda Harper.
La señora tenía una buena razón para estar preocupada. A pesar de que los agentes de policía de Estados Unidos deberían tener un estado físico mejor que el promedio de ciudadanos, un estudio reporta que están incluso en peor forma que la mitad de la población.
‘Deben ser capaces de agacharse y de correr’, indica Harper, un instructor a cargo de programas para policías y militares del Instituto Cooper en Dallas. ‘Los esfuerzos físicos no son tareas que se hacen todos los días, pero es esencial que los policías sean capaces de hacerlos. Es como usar un arma de fuego. Usted no necesita usarla todos los días, pero cuando se debe usar, es esencial que sepa manipular muy bien’.
Los oficiales de la Policía no son los únicos con problemas de peso. Según el teniente general Mark Hertling, al menos el 75% de los civiles que quieren aplicar a las Fuerzas Armadas estadounidenses no están aptos para ingresar debido a que tienen problemas de sobrepeso. Y del ‘25% que ingresa, lo que encontramos es que el 65% no puede pasar el examen (de entrenamiento físico) el primer día’, lamentó Hertling en un discurso oficial.
‘Los jóvenes que se unen a nuestros servicios no pueden correr, saltar o rodar, y estos son el tipo de acciones que uno espera que un soldado haga en combate’.