Por: Marcos Chumpitaz
Junto a Machu Picchu y la gastronomía, un nuevo atractivo turístico asoma en las agencias de viaje. Se trata de la odontología peruana, considerada el nuevo gran boom de la industria sin chimeneas.
En efecto, en los últimos años, miles de turistas están arribando a nuestro país para someterse a tratamientos dentales, a un precio hasta tres veces inferior, pero con la misma calidad que en sus países de origen. El flujo por estos servicios puede oscilar entre 20 mil y 30 mil personas cada año.
‘El Perú tiene una oferta médica odontológica muy buena. Eso ha provocado una gran demanda de gente de fuera. En mi caso, 60% de lasatenciones en la clínica son a extranjeros‘, asegura Manuel Vidal, director de la clínica Vidal & Coello Odontólogos de Miraflores (vidalycoello. com), y uno de los pioneros de esta nueva tendencia. Para este médico, uno de los grandes atractivos de la odontología peruana, además del precio, es la calidad de la atención y a que las clínicas privadas ofrecen múltiples servicios, a diferencia de los centros privados de fuera, que se centran más en la especialización.
‘Acá les dedicamos muchas horas a nuestros pacientes. Y tenemos odontopediatría, cirugía, estética y todas las especialidades en un solo lugar. Eso no se ve fuera. Otra ventaja es que muchos aprovechan en visitar nuestro país mientras se hacen su tratamiento. Es un circuito perfecto’, indica.
Vidal recibe pacientes de todas partes del mundo, aunque la mayoría proviene de EE.UU. De hecho, uno de sus pacientes es el odontopediatra Glen Shanock (conocido como el Dr. Gleen’s Happy Teeth), considerado uno de los mejores odontólogos de EE.UU. ‘El estándar peruano es igual al de EE.UU., no hay duda. Por lo menos, en mi experiencia con el doctor Vidal ha quedado demostrado‘, indica Shanock, quien visita el Perú todos los años con su familia para hacerse sus tratamientos dentales.
No cabe duda de que el precio es un factor clave en el éxito del turismo odontológico peruano. Leamos las cifras. Mientras en EE.UU., una endodoncia no baja de los 800 dólares, en el Perú se cobra solo 200 dólares (con la misma calidad y equipos). Y un blanqueamiento, que en Europa puede valer arriba de 600 dólares, aquí no supera los 150 o 200 dólares.
‘Y esto no pasa solo conmigo. Conozco muchas clínicas en Lima donde la mayor parte de su clientela viene de fuera. Es posible que el 40 o 50% de las atenciones en estos centros dependan de este flujo de gente. Muchas ya tienen tecnología de última generación y cumplen estándares de bioseguridad bastante altos’, indica Vidal.
Para el especialista, lo ideal sería que un organismo privado o público concentre a todos estos esfuerzos y se arme una suerte de plan que fortalezca la oferta odontológica peruana y la promocione en todo el mundo. ‘La idea es que se impulse la medicina peruana como un servicio exportable con certificaciones y estándares de calidad para que más centros sean competitivos internacionalmente’.
En un futuro próximo, Vidal planea asociarse con algunas agencias de viaje para generar paquetes turísticos que involucren los servicios odontológicos junto con la oferta turística más tradicional. ‘Imagínate esto: un turista viene a Lima a hacerse una endodoncia. En ese lapso, aprovecha y visita algunos atractivos o hace un viaje corto fuera de la capital o al Cusco. Así, la cadena continúa y beneficia a todos’, agrega Vidal.