1) Autoestima baja. ‘Es necesario valorarse positivamente’, aconseja Diana Resnicoff. La autoestima puede convertirse en una gran guía para la intimidad de la pareja.
2) Rutina. Es la gran enemiga de una relación feliz. Por lo mismo, se hace necesario evitar lo que nos es habitual y atreverse a innovar, ‘condimentando con palabras, juegos y diversión’, recomienda la terapeuta.
3) Estrés. También es uno de los peores enemigos cuando se trata de las relaciones. Si se atraviesa por un período de muchas tensiones y frustraciones, lo mejor es tratar de relajarse y de no pensar en los problemas al momento de compartir con la pareja.
4) Conflictos. Las discusiones y peleas deben ser conversadas y solucionadas a tiempo, ya que es la única forma de procurar que no afecten la intimidad. ‘Hablar del tema y buscar soluciones puede ayudar’, señala Resnicoff.
5) Falta de comunicación. ‘Es importante hablar con la pareja para saber qué siente y desea’, dice la experta. Compartir inquietudes y necesidades resulta fundamental para enriquecer la relación, sobre todo en los momentos más íntimos. ‘Los malentendidos o las palabras no dichas a tiempo aumentan la distancia’, añade.
6) Aburrimiento. Esta terrible sensación hace decrecer las ganas de estar con el otro. En estos casos, la especialista recomienda ‘buscar nuevos estímulos para que la relación no se vuelva monótona’. Según explica, hay que esforzarse un poco. Pensar que todo surge espontáneamente, sin trabajo ni esfuerzo, es un mito.
7) Falsas expectativas. Simplemente, no hay que esperar obtener grandes satisfacciones, sino sólo disfrutar de la experiencia de tener un(a) compañero(a). Así, las gratificaciones llegarán sin que nos demos cuenta. En el aspecto sexual, no dar importancia a mitos (como que ambos deben alcanzar el orgasmo al mismo tiempo) ni medir la vivencia propia en comparación con la de otros. Esto, dice la terapeuta, puede conducir a que la pasión se apague.