José Miguel Valdivia, el peruano que brilló como el Sol en el carnaval de Sao Paulo

Por Kenyi Coba

Sorprendido, honrado y feliz, así se sintió el diseñador de modas José Miguel Valdivia quien el pasado fin de semana, interpretó al dios Sol y desfiló junto a la escuela de samba Unidos de Vila María en el carnaval de Sao Paulo, en Brasil. Una experiencia que nunca se imaginó vivir.

“Llegué a Brasil por un evento particular y los representantes de Vila María, me contactaron para que los ayude en algunos detalles sobre la temática peruana que iban a presentar. Acepté encantado, pero la sorpresa llegó después”, contó el artista de la moda.

Así, durante varios meses de 2018, asesoró a los brasileros a tener toda la temática peruana en sus carros alegóricos, disfraces y detalles que la escuela de samba, presentó en la edición 2019 del carnaval de Sao Paulo.

José Miguel Valdivia junto al Perfecto de Sao Paulo (derecha) y representante de Unidos de Vila María (detrás). (Foto: Cortesía)

«Ellos tenían ideas en la cabeza, pero querían saber más de nuestra cultura así que los asesoré para que todo vaya de acuerdo a la realidad. Quedaron fascinados con el Señor de Sipán, el fervor religioso, pero sobre todo, del nacimiento del Imperio Inca. Quedaron fascinados», indicó Valdivia.

El peruano y sus amigos paulistas, en las previas al carnaval, vinieron al Perú para recoger materiales como telas, grecas y distintos elementos locales, recopilar más información sobre los temas que iban a representar pero sobre todo, nutrirse más de nuestra rica cultura.

Así nació la idea de representar el origen del Imperio Inca, una leyenda a la que denominaron “Nas asas do grande pássaro, o vôo da Vila ao Império do sol” (En las alas del pájaro grande, el vuelo de la Vila al Imperio del Sol), el slogan que utilizó esta compañía de baile para tomar distintas estampas peruanas.

“Mientras avanzábamos con los detalles de los carros alegóricos, una de las cabezas de la escuela me preguntó si quería desfilar. Me quedé boquiabierto, así que no lo pensé dos veces y acepté sin dudarlo”, recuerda con alegría José Miguel.

Vestuario
Desde que recibió la invitación, el diseñador esperó con ansias el día para vestirse del dios Sol y decirle a todo el mundo que el Perú estaba presente, por ello cuando vio su disfraz dorado y lleno de brillos, simplemente se quedó sin palabras.

“Me quedé mudo, solo atiné a probármelo y a verme en el espejo donde me dije ¿esto es real? Era hermoso el traje que me tocó vestir, no lo puedo describir exactamente porque era un trabajo espectacular”, dijo a través de la línea telefónica.

El vestuario consistía en un tocado amarillo lleno de pedrería y unas flamas de fuego. Además, poseía una pechera impresionante llena de color y brillo, así como una túnica bordada a mano donde predomina el dorado. Todo esto hizo conjunto con un bello cinturón plateado que emulaba al sol.

El tocado de su disfraz, fue lo que más sorprendió al diseñador de modas. (Foto: Cortesía)

Con el disfraz listo, solo esperó con ansias el 4 de marzo para salir al sambódromo de Anhembí y cumplir ese sueño, desfilar ante cientos de personas pero sobre todo de representar al Perú en un evento de gran magnitud.

“Ese día pude ver todo listo, ya completo, y lloré de la emoción. Los trajes, los carros y saber que mi país está representado de una manera impresionante”, recordó el diseñador sobre su experiencia.

Con un poco más de confianza, subió a su carro alegórico que era igual de impresionante que su traje: un enorme cóndor que abría y cerraba las alas. A José Miguel le esperaba una sorpresa más.

“Yo era el Sol y en eso sube una chica muy guapa y me dice “tú eres mi esposo”, no sabía qué decirle solo me reí pero me explicó que ella era la Luna, entonces estábamos casados porque esa era la creencia Inca. Me dijo para tomarnos una foto, pero terminó el desfile y no la vi. No me tomé una foto con mi esposa (risas)”, declaró el diseñador.

El diseñador no solo vivió en carne propia esta fiesta sino que representó a nuestro país en un evento de talla mundial que le permitió apreciar el orgullo de un grupo de compatriotas en las tribunas, quienes con banderas blanquirojas, gritaban “PERÚ” a viva voz. Una sensación que no se puede contar, se tiene que disfrutar.

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