Llegó el 2024 cargado de fenómenos astronómicos que harán brillar la bóveda celestial y que prometen cambiar rumbos y expandir energías y buenas vibras a El Universo.
Enero inicia con unos de los eventos más interesantes y brillantes de este mes, la lluvia de estrellas Cuadrántidas. Según el Real Observatorio Astronómico de Madrid se trata de una lluvia de meteoros que iluminará el cielo entre la madrugada del 3 al 5 de enero.
Su máximo esplendor será la madrugada del jueves 4 de enero con la Luna en cuarto menguante.
Destacan los expertos que el origen de este fenómeno, que puede producir hasta 120 meteoros por hora, está en el asteroide 2003 EH1 y, en menor medida, en el cometa 96P/Machholz.
Zonas elevadas serán las propicias para ver las Cuadrántidas
Precisa el Instituto que el momento de mayor pico de las Cuadrántidas se produzca cuando en España sean aproximadamente las 13:00 horas del jueves. Sin embargo, a esa hora será de día, por lo que no será el momento más propicio para vislumbrarlas en todo su esplendor.
Los astrónomos recomiendan que para ver brillar el cielo, lo ideal es esperar la madrugada del 3 para el 4 de enero, cuando aún sea de noche.
Para apreciarlas lo mejor es ir a zonas elevadas donde no haya edificios alrededor que obstaculicen la vista, y a ser posible sin luz artificial.
Si el cielo no está nublado, también será bueno para verla mejor. Las Cuadrántidas aparecerán al norte de la constelación de Bootes (también conocida como el Boyero), cerca de la cola de la Osa Mayor.
El perihelio a parte del 3 de enero
Además de las Cuadrántidas, este miércoles 3 de enero la Tierra alcanza su velocidad máxima al situarse a la menor distancia del Sol en su órbita, en un fenómeno anual conocido como perihelio.
El perihelio se ha producido esta pasada madrugada y en esta jornada la Tierra ha alcanzado una velocidad de 110.700 kilómetros por hora en su órbita, lo cual es 3.420 kilómetros por hora más rápido que la velocidad media anual, informó La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés).
Cuando los planetas están más cercanos al Sol, se desplazan más rápidamente que cuando se encuentran más lejos, lo cual fue descubierto por el astrónomo y matemático alemán Johannes Kepler en el siglo XVII, reseñó El Confidencial.