La adopción de herramientas digitales ha impactado en el aumento de los casos de robo de información, que afecta tanto usuarios finales como a instituciones privadas y de gobierno. Tomando el ejemplo en Sudamérica, Chile ocupa el cuarto lugar de la región con más intentos de ciberataques por mensajes fraudulentos de acuerdo con el Panorama de Amenazas en América Latina 2021 de Kaspersky.
Para trabajar, estudiar, consumir y entretenernos, el uso de dispositivos se ha convertido en una necesidad. ¿Cómo podemos entonces disminuir los riesgos de ataques? Ronald Escalona Líder de Ingeniería en Platzi, recomienda algunas prácticas para que las y los usuarios puedan mejorar la seguridad en el consumo de productos digitales.
Minimizar riesgos
Para minimizar el riesgo de robo de datos es importante que los usuarios resguarden información sensible, como datos bancarios y contraseñas, en dispositivos que se mantengan fuera del alcance de extraños. Por ejemplo, los sitios de inversión y bancarios deberían ser consultados desde una computadora personal en casa.
Guardar contraseñas en sitios seguros
Las bóvedas de claves no deben estar en el celular. Se recomienda mantener contraseñas o accesos a dispositivos dentro de casa, en computadoras de escritorio y evitar tener las contraseñas en la nube.
Equilibrar controles de seguridad
Para mejorar la protección de los datos se recomienda establecer tres niveles de autenticación: con contraseña, con token y dispositivos externos como llaves de seguridad y, de ser posible, controles biométricos como desbloqueo con huella dactilar, escaneo de iris o escaneo facial.
Usar carteras digitales
Perder o ser víctima del robo de dispositivos es un riesgo potencial para cualquiera. Para aminorar una pérdida de dinero, en caso de robo de información es recomendable usar tarjetas digitales con límites de gastos y dejar las tarjetas físicas en casa.
El objetivo de la seguridad informática es proteger el acceso o el uso no autorizado a los datos electrónicos. A pesar de ser una profesión bien pagada y necesaria para el futuro de cualquier industria, al terminar el 2022, la falta de profesionales en ciberseguridad llegará a los 1.8 millones, según Ronald Escalona.