Vanna Pedraglio
Head coach en Vanna
Hay que poner las cosas claras. La ‘dieta detox‘ es puro marketing, ya que nuestro cuerpo está diseñado por naturaleza para sanar y repararse a sí mismo, y lo hace día a día. Cuando las funciones naturales se alteran por alguna razón, usualmente por malos hábitos (es decir, por factores externos), ahí aparece la enfermedad.
La mayoría de las enfermedades se deben a una mala nutrición recurrente (carencia de alimentos de alto valor biológico o nutritivo), falta de actividad física, estrés y no dormir la cantidad de horas que el cuerpo necesita para autorrepararse y volver a su equilibrio natural.
Nuestro estilo de vida y entorno han cambiado drásticamente desde fines del siglo XIX. Hasta entonces, se consumían muy pocos medicamentos industriales (la aspirina se inventa en 1897), las vacunas estaban en proceso de creación y la penicilina empieza a circular recién en 1928. La diferencia era que la nutrición se basaba en comida sin procesar. Así, lo común era emplear mezclas de raíces, hierbas o tés para sentirnos mejor y prevenir enfermedades. Y aunque la tasa de mortalidad era mayor, las personas que pasaban la adolescencia vivían con un mejor estado de salud que en la actualidad.
Algunas malas costumbres que generan malestar son el escaso consumo de alimentos orgánicos (causa sobrepeso y enfermedades metabólicas, muchas de ellas crónicas). Los principales culpables de este problema son el azúcar y las grasas trans; ambos se adicionan a los alimentos industrializados.
Lo primero que recomiendo es cambiar los carbohidratos procesados (harinas, dulces y todo alimento que contenga azúcar) por grasas saludables (semillas, frutos secos, aceites en crudo, pescados, huevo, etc.). Al disminuir la cantidad de azúcares y comer mayor cantidad de grasas saludables, tu cuerpo hará una transición de quemar azúcar como principal fuente de energía a consumir las grasas, y esto traerá muchos beneficios.
Estos son tanto de salud como estéticos, debido a que la disminución de la grasa corporal también te ayudará a optimizar la función de las mitocondrias (organismos en nuestras células que producen energía). Esta dinámica ayudará a disminuir la inflamación, permitiendo que el cuerpo se cure, regenere y sea más eficiente en la producción de energía, por lo que te sentirás revitalizado.
No olvidemos que nuestro organismo fue diseñado para moverse de manera continua. El hábito de permanecer sentado se ha convertido en algo totalmente diferente a lo que sucedía hace 100 años.
Hacer ejercicio a intensidades medias altas por al menos veinte minutos es tan eficaz como el tratamiento con medicamentos, incluyendo antidepresivos, fármacos prediabetes o problemas cardiacos; enfermedades inusuales en el pasado.
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