Vanna PedraglioHead coach en VannaInstagram: vannaped y sistema_vannaWeb: www.vanna.pe
El gimnasio o el entrenamiento seguramente no son para todos. Hay hábitos difíciles de adquirir. Si buscamos mejorar nuestro estilo de vida por la razón que sea, debemos evaluar qué cambios nos resultarían más fáciles. Si sabes que hacer actividad física te cuesta mucho y prefieres cuidarte a través de los alimentos, aquí te dejo algunos consejos por una nutrición más saludable.
Ante todo, una dieta nutricionalmente balanceada debe contener macro y micronutrientes. Por macronutrientes nos referimos a proteínas, carbohidratos y grasas, esenciales tanto para obtener energía en nuestros procesos metabólicos, como para la regeneración y estructura general celular. Los tres -en su estado natural y no procesado- son esenciales para nuestro organismo. Los micronutrientes también son necesarios, pero en menores cantidades, siendo fundamentalmente los minerales y las vitaminas.
Nuestro cuerpo necesita dosis diferentes entre cada persona en función a sus requerimientos individuales. Por eso, las dietas no deben generalizarse. Sin embargo, para empezar a hacer un cambio hasta que puedas ir conociendo tus requerimientos propios, el primer paso siempre será mejorar la calidad de tus alimentos. Eso te dará una mejor energía que cambiará tu humor y tu desempeño diario en todo lo que hagas. Realmente, las calorías no deben importarnos ni basarnos en números: 100 calorías de unas galletas de chocolate no son lo mismo que 100 calorías de medio plátano, pues, nutricionalmente hablando, el plátano nos entregará macro y micronutrientes y las galletas procesadas no.
Entonces, tu primer paso para perder peso en grasa y alimentar tu fisiología con lo mejor, debe ser priorizar los alimentos nutricionalmente densos. Los puedes conseguir en un mercado en su estado natural o con la menor industrialización posible. Al tenerlos como base podrías aprender con cuáles te va mejor: si consumes una dieta con mayor cantidad de proteína, otra con mayor cantidad de frutas y verduras y menos proteína, acompañanda con grasas saludables, etc. Si para ti funcionan mejor los tubérculos o tal vez si prefieres los cereales o las legumbres. Es un proceso de ir conociéndonos y mejorar poco a poco.
Esta última frase para mí es el segundo paso y el más importante. Lo que yo le llamo ‘excluyente progresivamente’. Es una manera de ser y cambiar tus hábitos para siempre. La única forma de lograrlo es haciendo una cosa a la vez. Por ejemplo, si eres de las personas que siempre comen un chocolate a las 5 de la tarde, o un helado o pan en el desayuno, saca esa primera cosa de tu dieta, pero para siempre. Sustitúyela por otra más saludable. Poco a poco, cosa a cosa irás modificando con decisión tu alimentación. Pero ojo, debes ser exigente contigo mismo, buscando esa salud óptima. Este cuerpito y esta mente son nuestra casita; cuídala lo mejor que puedas.
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