‘Vivir con pasión: el legado de Richard Hidalgo’, por Vanna Pedraglio

El deporte tiene esa particularidad, enseñarnos que no hay límites, que tu mente y tu determinación pueden llevarte hasta donde quieras, donde el cielo es el límite.

Vanna PedraglioHead coach en VannaInstagram: vannaped y sistema_vannaWeb: www.vanna.pe

Si alguien tuvo la suerte de conocer a Richard Hidalgo, lo primero que podrá describir de él es la eterna sonrisa que siempre tenía en la cara. Fue una persona muy apasionada por lo que escogió como objetivo de vida: escalar y conquistar las montañas mas altas del mundo. Sí, ese fue su objetivo, pero con él aprendí que el objetivo es solo lo que guía nuestro accionar día a día y la manera en la que vivimos nuestro presente.

El deporte tiene esa particularidad, enseñarnos que no hay límites, que tu mente y tu determinación pueden llevarte hasta donde quieras, donde el cielo es el límite. Como él decía, en la montaña, en esa solitaria inmensidad era donde se encontraba a sí mismo, escalando y sintiéndose más cerca del cielo, donde sentía que podía volar.

La vida pasa muy rápido y solo se vive una vez. Por eso, creo que no hay enseñanza más grande para llevarnos a conseguir la felicidad, que la de vivir con pasión por lo que haces. Ama lo que haces, tómate el tiempo de descubrir quién eres, qué te gusta realmente. Así descubrirás que cuando te levantas por las mañanas te sentirás afortunado por dedicarte a lo que más te gusta. Recuerda que eres arquitecto de tu propio destino y que puedes crear tu propia realidad, sea en la situación en que te encuentres. Decide comenzar tu día con energía extra.

Pero recuerda que para poder sostener esa energía en el tiempo, debes conseguir un equilibrio, una homeostasis. Lucha para dominar tus emociones y no te frustres con las derrotas. Richard intentaba coronar cada cumbre, a veces dos o tres veces por año, y en muchas ocasiones estando a solo 50 metros de llegar, tras días de aclimatación y lucha en condiciones totalmente adversas, debía abandonar porque su vida podía correr riesgo. Decidir dar un paso atrás no siempre es señal de derrota, es símbolo de experiencia. La victoria no siempre será llegar a la meta, sino más bien lo que aprendimos recorriendo el camino. Son las experiencias la consecución de la felicidad.

Por eso, concéntrate siempre en tus objetivos, pase el tiempo que pase. Entrena cuando otros duermen, da ese 110% que te sacará día a día de tu zona de confort. Solo así sabrás de qué estás hecho. Disfruta de tu soledad y de estar contigo mismo y con tus pensamientos. No te obsesiones con el resultado. Preocúpate en hacer y planificar bien el proceso y lo que te plantees, hazlo, no lo dudes ni lo cuestiones. En la vida y en el deporte, es común centrarnos en las victorias o en los resultados, y es ahí donde nos frustramos y no apreciamos cada paso que estamos dando hacia adelante para conseguir nuestro objetivo. Son estos pasos los que nos definen.

Vive el presente, no estés ausente. La naturaleza puede entregarnos ese gran regalo. Sentirnos diminutos entre tanta inmensidad es lo que nos muestra en perspectiva lo que somos en este universo. Es el único momento en el que olvidamos el pasado o dejamos de anticipar el futuro. A veces olvidamos que lo más esencial y básico puede significarnos la vida. Así lo vivió Richard, en cada respiro, allí donde el oxígeno era en ese momento lo más importante.

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