Por Milagros AgurtoNutricionistaCoach de Vida – Empresarial – Salud
En algún momento de sus vidas, muchas personas, sea por cualquier motivo, están en la búsqueda del desarrollo personal, encontrarse a sí mismas para encontrar la paz y mirar el futuro con esperanza. Ese momento puede darse cuando llegan a tocar fondo, despertando la conciencia para hacer un viaje hacia su interior y encontrar la solución a lo que ocurre y poder dar un cambio de vida.
¿Pero cuáles son esas señales? Hay muchas, pero la que más nos hace el llamado de atención es la enfermedad física. Debemos recordar que somos una trinidad cuerpo-mente-espíritu y que somatizamos lo que ocurre en nuestro interior. ¿Qué quiero decir? Que nuestro cuerpo empieza a manifestar de manera contundente lo que nuestro pensamiento y palabra callaron. Por eso, el psiquiatra y psicólogo Carl G. Jung decía: ‘La enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al hombre’.
Nuestro cerebro -por explicarlo de manera sencilla- se divide en tres cerebros. Uno de ellos, el emocional, regula nuestro bienestar psicológico y parte de lo que ocurre en nuestro cuerpo. Las experiencias vividas en el pasado y que han sido dolorosas pueden manifestarse en el presente, tomando el control de cómo percibimos el mundo.
Para muchos investigadores, la biodescodificación (también la conocen como bioneuroemoción) es la forma en que se identifican los conflictos biológicos, que se manifiestan como una adaptación de los conflictos emocionales. Es entrar en la zona oscura de cada individuo o ‘las sombras’, como las llamaba el propio Jung; es entrar en la caja negra de los recuerdos que es el inconsciente para encontrar al final del túnel la luz y el equilibrio tanto de la razón como de la emoción. La biodescodificación, entonces, escucha activamente al cuerpo biológico para identificar las emociones que activan esos síntomas.
Para explicar de manera fácil la biodescodificación se puede tomar el caso de una persona con alergia. Ella explica las ‘razones por las que cree que tiene la alergia’, pero lo que nos interesa es la verdadera historia detrás (lo que no se contó) y en el proceso se descubre que esa persona había pasado por violencia física. El shock que vivió se guardó en su inconsciente protegiéndose así del dolor y su consecuencia, que es el sufrimiento. El tratamiento es volver a sentir para racionalizar el problema, expresarlo y darle curación. Esto lo llaman también iluminar con la luz de la consciencia. Cada individuo es único y la biodescodificación también, pero hay una especie de diccionario que nos puede ayudar a comprender algunos síntomas y los conflictos que pueden estar detrás.
De hecho, esto es solo una pincelada de todo lo que es la biodescodificación. Y no significa que exista una sola causa para un síntoma; pueden ser muchos y dependerá del terapeuta encontrar la verdadera causa que hay detrás de la causa (es decir, aquello que no se dice) para encontrar el hilo conductor hacia la sanación. Lo importante en todo esto es no olvidar que la mente y el cuerpo son uno y que debemos aprender a escuchar lo que nos dicen.
Habla el cuerpo
Esta es una guía que puede ayudarnos a comprender lo que el cuerpo nos dice y que a veces no escuchamos:
1) Acné
Puede estar asociado a un conflicto de separación con los padres. El acné adolescente puede vincularse también a la falta de reconocimiento del padre o un padre ausente.
2) Acidez en el estómago
Puede asociarse a ‘quiero más amor’, ya que el estómago recibe el alimento y la descodificación lo explica como ‘quiero más alimento, pero buen alimento’, comprendiéndolo como alimentación afectiva. En realidad, está buscando el amor que siente que no ha recibido.
3) Estreñimiento
La biodescodificación lo explica con el simbolismo de ‘quiero retener’ o ‘ no quiero perdonar’ o ‘quiero guardar en mí’.
4) Tiroides
Esta glándula secreta las hormonas tiroideas que regulan el metabolismo. La parte simbólica relacionada con la tiroides es el rol ligado al tiempo. El conflicto que asocian a la tiroides es el ‘no poder hacer las cosas a tiempo’. ‘Me falta tiempo o quiero que el tiempo pase más lentamente’.
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