Cristina Zenato es italiana pero se enamoró del mar en un viaje que realizó ya hace 24 años a las Bahamas para aprender a bucear, y allí se quedó. Con el tiempo, se ha convertido en la dentista de los tiburones, retirando anzuelos que se quedan enganchados en la boca de estos animales. Su historia se ha hecho viral en YouTube.
“A Foggy Eye no le asustaba que le tocasen, pero un día apareció con un cable que le salía de la boca. Se me acercó y dejó que le acariciase. Entonces pensé ‘voy a entrar’, metí la mano en su boca y le saqué el anzuelo. Desde entonces se ha convertido en la tiburón que más le gusta que le toquen”, dice en el viral de YouTube.
“Después de aquello, más y más tiburones comenzaron a acercarse para que les quitara más anzuelos y me obsesioné con quitárselos. Me convertí en una dentista de tiburones”, cuenta a The Dodo, conocido medio de comunicación estadounidense que se enfoca en temas de animales que comparte a través de su canal de YouTube.
“Cuando veo a un tiburón con un anzuelo, no lo puedo evitar. No me puedo concentrar si no se lo quito”, se escucha decir a Cristina Zenato en el video que se ha hecho viral en YouTube. Pero no es algo sencillo, no es algo que se pueda rápido. “Hace falta tiempo para que haya confianza. A veces días, a veces semanas”, explica.
Cuando Cristina se introduce en las aguas, los tiburones se le acercan, reposan el estómago sobre el fondo y dejan que les acaricien como si fueran un tierno can. “Notas como abren y cierran sus bocas sobre tu regazo, es una de las cosas más maravillosas que puedes sentir”, explica en el viral de YouTube.
“La comida es lo que hace que los tiburones se acerquen, pero son ellos los que deciden si quedarse o no. No son máquinas ni monstruos”, dice en el viral de YouTube. Para el arriesgado trabajo Cristina apenas viste una malla de protección, “por si se da el raro caso de que deciden morder. No son criaturas malignas”.