Tanner Brownlee intentó comprar el auto de su padre, un policía que falleció en un tiroteo en EE.UU., pero no alcanzó a ganar la subasta por falta de dinero. Pero el milagro ocurrió: el desconocido que había comprado el auto lo regaló a Brownlee sin pensarlo dos veces.
El carro Doge Charger de 2010 sin duda que era especial para Tanner. Cuando tenía 15 años, el comisario Sam Brownlee manejaba este vehículo que funcionaba como patrullero hasta que perdió la vida en la ciudad de Greeley en 2010 en un tiroteo.
La subasta fue hecha por Concerns of Police Survivors, organización dedicada a las familias de los oficiales. El precio base era de US$12.500, pero la cifra ascendió a US$60.000 cuando fue adquirido por un hombre dedicado al negocio petrolero. Fue él quien finalmente cedió el carro a Tanner con un escueto ‘Tanner, aquí está tu carro’.
‘Esto es demasiado, tener un carro que puedo usar y manejar y que el manejó. Significa mucho para mí’, expresó Brownlee.