Sarah Ferguson, exesposa del príncipe Andrés, abandonó una entrevista cuando le preguntaron si se mudaría de la finca Royal Lodge, una propiedad ubicada en los terrenos del Castillo de Windsor.
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La también duquesa de York vive en esta propiedad desde 2004 cuando se mudó con el príncipe. A pesar de su separación, y de que el rey Carlos III ordenó a Andrés que desaloje el lugar, tanto ella como su ex han seguido residenciados en el sitio.
A juicio de muchos, Royal Lodge figura como la manzana de discordia entre Carlos III y su hermano. El monarca ha puesto a su hermano la condición de que si se queda, él mismo debe encargarse de los gastos de mantenimiento y seguridad.
En base a Diario Montecito, New York Post reseñó que Sarah Ferguson, de 65 años, concedió una entrevista a medio de Estados Unidos, y que se negó a contestarle al corresponsal real Richard Mineards, cuando él le preguntó sobre si se mudaría de la finca.
“Mientras otros hacks la estaban salpicando con preguntas insanas, le pregunté a Fergie, dado su nuevo contrato, si finalmente se mudaría de Royal Lodge, la antigua casa de la Reina Madre cerca del Castillo de Windsor, habiendo dicho anteriormente que no podía permitirse el lujo de dirigir ninguna de las casas que le ofrecía su suegra, la Reina Isabel…Claramente no se divirtió con mi consulta y salió de la habitación”, escribió Mineards.
El corresponsal expuso que la interrogante que le hizo no estuvo fuera de lugar, sino que era “perfectamente razonable dado su nuevo contrato”, el cual se rumora es de $620.000.
Contó que luego, se topó con Sarah Ferguson en un evento de caridad, organizado por por Fergie y James Ogilvy, pero que ella lo esquivó, yendo a otro sitio de la habitación.
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Sarah Ferguson y la finca Royal Lodge
Sarah Ferguson se divorció del príncipe Andrés en 1996, tras 10 años de matrimonio.
La disputa por Royal Lodge comenzó después de que relacionaron al príncipe Andrés con Jeffrey Epsteiny, a quien hallaron muerto en una cárcel de Estados Unidos por denuncias de trafico y abuso sexual.
El rey Carlos III le quitó a su hermano el cubrimiento de los gastos de la finca. Según el contrato de arrendamiento de 75 años, los ocupantes deben mantener el espacio en buenas condiciones, pero hay dudas de que Andrés le esté dando un buen cuidado.
Caras publicó que Royal Lodge es una mansión, que se remonta al siglo XVII. Allí vivió la reina madre hasta 2002. El sitio tiene 30 habitaciones, incluidas 7 dormitorios, un salón principal y una capilla privada; también tiene dos cabañas principales y tres más pequeñas en sus alrededores, además de una casa de campo en miniatura.
Se dice que debido a la falta de mantenimiento, Royal Lodge tiene daños estructurales como grietas, pintura desgastada y humedad. De ser así, se estaría incumpliendo el contrato de mantenimiento, que supera los 503,000 dólares anuales.
